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Desde Estados Unidos

Oportunidades para los sin techo

Oportunidades para los sin techo

Nueva York es una ciudad de oportunidades. Pero no son sólo turistas y aspirantes a todo quienes acuden a la ciudad en busca de nuevos horizontes. Hay quienes llegan al aeropuerto y solicitan al taxista que los traslade a un albergue de transeúntes porque no tienen reservado ningún hotel ni nadie les espera. Nueva York es un destino popular para personas sin hogar. Y si en algún momento deciden abandonar la ciudad, se pueden acoger al ´Proyecto de Reconexión´ que les facilita un billete de autobús o de avión a cualquier destino donde se pueda comprobar que existe alguien que les va a recibir y albergar durante un tiempo. Unos 3.000 solteros y familias de 24 estados y cinco continentes se han acogido desde 2007 al ´Proyecto de Reconexión´ y la ciudad desembolsa aproximadamente 650.000 dólares al año en los billetes de vuelta para quienes decidan dejar Nueva York. Es un ahorro considerable para las arcas municipales. Hay casos peculiares de ´repatriación´, como el de una pareja se acogió a la ayuda y se mudó a Francia con sus tres hijos para estar con la familia de la madre. El viaje costó 6.332 dólares: cinco billetes de avión a París y cinco billetes de tren a la ciudad de Granville. En otra ocasión, una familia con 10 hijos aceptó una oferta para viajar a Puerto Rico en un vuelo sin escalas y a una pareja de Michigan le proporcionaron 400 dólares en tarjetas de gasolina para pagarse el recorrido de vuelta.

Y es que en Nueva York la ley obliga al ayuntamiento a alojar a quienes no tengan vivienda, incluso si se trata de un extranjero o de algún recién llegado. El origen de este mandato legal es una demanda que interpuso en 1979 Robert Hayes, un abogado de origen irlandés criado en Long Island representó a Robert Callahan, veterano de la guerra de Corea, que habían perdido su trabajo cuatro años antes y había sido desahuciado de su apartamento. Tuvo problemas con el alcohol y terminó en el refugio de Bowery, en Manhattan. Callahan se convirtió en el ejemplo que el abogado Hayes utilizó para simbolizar su litigio. Y desde entonces, de una forma u otra, todos los alcaldes de la ciudad han tratado de sobrevivir a un mandato legal que deja a pocos impasibles.

Con el aumento del precio de las casas y apartamentos la falta de vivienda en la ciudad ha alcanzado los niveles más altos desde la Gran Depresión de la década de 1930. Según estadísticas, en agosto de 2015 había 58.780 personas sin techo, entre ellos 14.107 familias con 23,692 niños, durmiendo en el sistema de albergues municipales. El coste para la ciudad es de más de 3.000 dólares mes y familia. Esas familias comprenden casi cuatro quintas partes de la población de los albergues.

La población sin hogar es un 80% superior a la de tan sólo hace una década. Las causas principales del aumento son las de cualquier otra ciudad: desahucio, violencia doméstica o pérdida de trabajo. En comparación con las familias sin domicilio bien establecido, los adultos solteros tienen tasas mucho más altas de enfermedad mental o adicciones y otros problemas de salud graves.

Aproximadamente el 57% de los usuarios de los refugios son afroamericanos, el 31% latinos, el 8% blancos y el 1% de origen asiático. Las estadísticas son siempre sobre los que utilizan los albergues municipales. No existen datos de cuántos pernoctan en la calle, en las estaciones del metro. La mayoría se concentra en el centro de la ciudad, en las zonas de oficinas. ¿Y por qué esa predilección por Manhattan? Tal vez por lo mismo que el resto de la población, por las mayores oportunidades.

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