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"Goya" tardío

"Goya" tardío

Mariano Ozores recibe el premio "Goya" de Honor diciendo que "llega muy tarde". Este es un caso en el que más vale nunca que muy tarde pero la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España no lo ha visto así. La academia ha querido honrar un cine de costumbrismo ramplón, tetas, oportunismo y prisa, sin arte ni ciencia ni intención de tenerlas. No hay manera de encajar El erótico enmascarado o La Lola nos lleva al huerto en ninguno de los nueve objetivos que dice perseguir la Academia, (salvo que se los persiga a voces y en calzoncillos por un chalé de la sierra de Madrid con piscina) pero el Goya de honor "reconoce toda una vida de dedicación al cine" y se puede considerar que 34 años dirigiendo varias películas por año equivalen a una vida. El "Goya de honor" es aquel reloj que concedían las empresas a quien les había entregado todo su tiempo hasta la jubilación. ("Toma, para que veas en una esfera clara el poco tiempo que te queda"). Visto como un premio al tiempo, el "Goya" llega 22 años después de Pelotazo nacional, la última película de las 96 que dirigió pero también acude muy puntual, con un ministro, Íñigo Méndez de Vigo, que irá a la gala y al que le pirra el cine de barrio. El ministro no es de Urbanismo, lo que explicaría lo del barrio, sino de Cultura, que no explica ese cine, paradójicamente exhibido durante años en la céntrica Gran Vía de Madrid.

Mariano Ozores quería este premio que llega "muy tarde" y que honra al premiado más que al premio. Lo recibe recordando que las críticas siempre le trataron mal, quizá en la esperanza de recibir un premio a la crítica después de este, aunque llegue tardísimo. Todo se andará. El criterio parece haber desaparecido de todas partes „también de la crítica„ así que no descarte un premio póstumo para ese cine al que el "Goya" tardío da una posteridad tan innecesaria como inmerecida.

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