Hay imágenes que hablan solas, como las que hoy les mostramos de esta vivienda que define el nuevo lujo que un nuevo sector está demandando en la costa mallorquina. Se trata de una casa construida en este año 2015 a partir de una estructura abandonada, de 394 metros cuadrados construidos con terrazas de 115 metros en un terreno situado en Cala Llamp de 862 metros cuadrados. El Puerto de Andratx está viviendo una especie de segunda juventud y construcciones como la que hoy les mostramos, lo demuestran. La propiedad, gestionada por Alex Smith de Only Mallorca está situada en un lugar estratégico de la bahía lo que permite unas vistas estupendas al mar y a las puestas de sol. Un regalo que la arquitectura ha potenciado desde el origen de la obra que abrió la casa y todas sus estancias al mar, como una forma de abrirla a la vida. La reforma es obra del arquitecto Moritz R. Lehnigk
El mar. La luz. Podríamos definir estos elementos como los principios fundamentales que rigen la idea de este proyecto. Un proyecto que persigue una arquitectura simple, de líneas puristas y limpias, utilizando la máxima sencillez tanto en el interior como en el exterior.
El punto de partida era una edificación existente de tres plantas, de la década de los noventa, que estaba muy deteriorada. Su composición estructural era simétrica, lo cual dividía el volumen en tres grandes espacios. La topografía del solar tiene una pendiente descendente muy acusada, lo que condicionó en su día la implantación de la vivienda, que se encuentra a unos diez metros por debajo del nivel de la calle. Este hecho conlleva la disposición de numerosas escaleras y terrazas para salvar los acusados desniveles.
A la vivienda inicialmente se accedía por el espacio central, a través de una fachada opaca. Con esta intervención se ha querido mantener la idea de la entrada central pero llevando al extremo este concepto. De esta manera se abrió un gran hueco en la fachada de acceso y se demolió el forjado intermedio para tener un triple espacio que conectara visualmente la zona de acceso a la vivienda con el mar. Porque el potencial que brindaba el emplazamiento, con unas impresionantes vistas al mar y la costa de Andratx, fue el embrión para desarrollar el proyecto. La idea principal era liberar todos los espacios interiores y exteriores, para, de esta manera, apreciar la inmensidad del mar desde cualquier estancia interior. La piedra y el blanco son los aspectos esenciales que predominan en el interior y se combinan entre sí mediante una apacible armonía.
En el gran espacio central que se ha conseguido, se erige la majestuosa escalera de tres plantas, cual escultura, que conecta las diferentes zonas de la vivienda. En la planta superior impera la suite, con una zona de estar centrada que se separa del baño mediante una chimenea y a la vez del dormitorio a través una gran puerta corredera. En la planta intermedia se disponen dos dormitorios con baño y vestidor cada uno. La zona de día se ubica en la planta baja y se organiza en tres espacios conectados visualmente: la cocina, el comedor y la sala de estar. A este mismo nivel se dispone una primera terraza que se encaja con una segunda y con una piscina, todo ello conectado a través de escaleras. Es en esta segunda terraza en dónde se diseñó una zona lounge en el lugar más privilegiado del emplazamiento, para poder contemplar y admirar las maravillosas puestas de sol.
