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Los cruceros por los ríos de Europa, fórmula de éxito (y II)

Los cruceros fluviales son la fórmula de vacaciones que mayor crecimiento porcentual han tenido en los últimos seis años. Alrededor de medio millón de españoles realizarán este año un crucero, aunque solo unos pocos miles elegirán un crucero fluvial. Este tipo de vacaciones combinan diferentes factores: es un viaje cómodo y relajante que permite conocer diferentes lugares de interés sin necesidad de hacer y deshacer equipajes, disfrutar de una buena gastronomía, con un trato personalizado y un ambiente muy amigable y familiar a bordo, además de ser un viaje que permite descubrir la historia y patrimonio de los destinos. Sus ventajas son bastante evidentes. Un crucero fluvial es el más cómodo y despreocupado medio de conocer otros países, otras formas de vivir. El hecho de recorrer Europa admirando ricas culturas, que se fueron originando al calor de las cuencas de sus ríos, es una experiencia tan atractiva como inolvidable. A bordo todo son facilidades. Se trata de unas verdaderas vacaciones a su aire deleitándose con el paisaje, charlando con los amigos y descansando. No hay que angustiarse para encontrar mesa en un restaurante, ni buscar transporte para ir más rápido o llegar a tiempo, no hay que estar pendiente de la seguridad. Tiene todo lo bueno de un viaje organizado, pero deja libertad al viajero para que programe su tiempo.

Estos cruceros de río tienen atractivos importantes: visitas a pie (ya que los muelles están en el corazón de las ciudades), atmósfera más familiar, lo que permite mejor comunicación y convivencia con el resto del pasaje, la práctica imposibilidad de marearse dada la estabilidad de los cauces fluviales regulados por esclusas, etc. En un río siempre hay animación: el paso de otros barcos, viñedos, bosques o praderas, castillos y monasterios, pequeños pueblos o grandes ciudades...

Descubriendo los castillos del Loira

Una de las novedades de CROISIEUROPE es su "Crucero por los Castillos del Loira" con salida y regreso en Nantes visitando además Saint-Nazaire, Ancenis y Angers y con visita incluida al castillo de Azay-le-Rideau, construido sobre una isla en medio del Indre, el edificio, tal como se presenta en la actualidad, fue construido durante el reinado de Francisco I por un rico financiero, Gilles Berthelot, que quería combinar las innovaciones de Italia y el arte de la construcción francesa. Declarado monumento histórico, el castillo de Azay-le-Rideau refleja todo el refinamiento de un castillo del primer Renacimiento francés. Continuación hacia Villandry donde se podrá disfrutar de un paseo por sus jardines repartidos en tres niveles, combinan estética, diversidad y armonía. Continuación hacia Rigny-Ussé para la visita del castillo Ussé. Construido en los siglos XV y XVI, este magnífico castillo, con sus torres fortificadas, torretas y campanarios, parece un castillo de cuento de hadas. Actualmente, el castillo se encuentra habitado y ofrece al visitante un viaje en el tiempo de cuentos y leyendas. De hecho, habría inspirado a "La Bella Durmiente" de Charles Perrault.

Bordeando el litoral de Croacia y Montenegro

En este crucero se cuenta con un barco completamente nuevo equipado con las últimas tecnologías, cuya capacidad es de 200 pasajeros. Su tamaño, ligado a su confort, contribuyen a diferenciarlo del resto de los barcos marítimos. Efectivamente, puede realizar itinerarios costeros amarrando en la mayoría de los puertos. A bordo, todo está concebido para que espacio y comodidad se conjuguen en perfecta armonía. Se trata del buque perfecto para realizar uno de los itinerarios más bellos que pueden realizarse en el litoral europeo, en las costas de Croacia y Montenegro, visitando Dubrovnik, Mljet, Korcula, Sibenik, Trogir, Split, Hvar, Vis y Kotor.

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