Se puede decir que sin los alemanes los vinos mallorquines no tendrían el empuje actual que alcanzan. E incluso varios de ellos crearon sus bodegas en Mallorca, teniendo en estos momentos una interesante representación que alcanza ya el veintidós por ciento del censo total, aunque los mallorquines aun dominan la producción vinatera. Una de estas bodegas de capital germano es Ana, creada por Thomas Newman en el 2010, y situada en Binissalem, cerca de la autopista. Entre sus vinos está el Negre 2012, con crianza de nueve meses en barricas francesas. Entran en su creación las variedades Manto Negro, Callet, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah. Presenta un tono grana bastante profundo. Entre sus aromas aparecen los del campo isleño y de frutas rojas, con ciertas notas especiadas. Su paso por el paladar es sabroso, con recuerdos confitados, alcanzando un largo final.
Le van los guisados de montaña y de caza, como con callos y carnes rojas. Aguanta un queso de oveja Pata de Mulo.
