Diario de Mallorca

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Reflexión

Pedreres

Cualquier edificio construido en piedra tiene su necesidad o dependencia, desde los cimientos hasta el tejado, de la materia prima que se extrae de las canteras.

La isla de Mallorca, igual que las restantes, ha tenido desde siempre la necesidad de ser autosuficiente por lo que se han extraído todas las materias básicas necesarias tales como la arcilla, con la que nuestros tejares han construido tejas y ladrillo; el marés que durante más de dos milenios ha sido el material constructivo por excelencia; la piedra ornamental que tal como su nombre indica es muy apta para ser convertida en remates y ornamentos para nuestras construcciones; el yeso, que extraído mayormente en la Serra de na Burguesa, en Calviá, era transportado primero en carro hasta la costa y cargado en barca hasta Palma donde sería procesado. Y ya desde el siglo pasado y con el cambio de las técnicas constructivas (el marés fue sustituido por el hormigón) surgieron las de margas para la obtención del cemento blanco que funcionaron en Mallorca hasta bien entrado el siglo XX, momento en que quedaron obsoletas al aparecer el cemento Portland. Y las de grava, que complementan la materia básica para fabricar el hormigón, material imprescindible en la construcción actual.

A medida que los habitantes de nuestro archipiélago fueron construyendo ciudades necesitaron puntos de extracción para abastecerse. En Mallorca son especialmente significativas las canteras de las cuales se suministraron dos de nuestros edificios emblemáticos tales como la catedral, cuyas obras tienen su inicio en el año 1230 y el castillo de Bellver, el 1263.

Las canteras, una vez terminados sus recursos, se destinan a diferentes usos. Algunas han sido abandonadas y el paso del tiempo las ha cubierto de vegetación. Otras, aprovechando su microclima único, se han convertido en jardines. Las situadas en la costa siguen generalmente intactas, protegidas por la zona maritimo-terrestre. Hay que decir que algunas canteras, incluso estando activas, son refugio y hábitat para muchas aves como por ejemplo el cernícalo, que aprovecha el mínimo acantilado de cualquier cantera para establecer su nido, y el mirlo azul. Otras aves tales como pinzones, verderones, jilgueros y un largo etcétera aprovechan que la mayoría de las canteras en verano tienen un sistema de riego para eliminar el polvo y acuden a beber y darse baños de polvo en algún rincón donde no llegue el sistema de riego.

Antonio Martorell Adrover

Asociación de Empresarios Canteros de PIMEM

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