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Los cruceros por los ríos de Europa, fórmula de éxito (I)

El Danubio a su paso por Budapest, una de las capitales por las que transcurre.

Los cruceros fluviales son la fórmula de vacaciones que mayor crecimiento porcentual han tenido en los últimos seis años. A continuación indicamos los mejores cruceros que pueden disfrutarse.

En el romántico Rin

El Rin es uno de los ríos más grandes de Europa, nace en Suiza y desemboca en Holanda, atravesando, o más bien bordeando, Francia. Sin embargo el Rin es un río esencialmente alemán, la palabra Rin tiene su origen en una palabra celta que significa "corriente" y para los celtas que habitaban esta región en los siglos XIII y X a. C. el río era el protector de la honra y la pureza domésticas. En todos los casos se trata de un recorrido fascinante que permite conocer ciudades emblemáticas, castillos cargados de historia y belleza, paisajes sorprendentes y tener experiencias únicas. Todo ello con calma, disfrutando del tiempo a bordo y con visitas tranquilas, la mayor parte de ellas a pie. En muchas de las salidas se disfruta de las atenciones exclusivas del personal de habla española, además de la obligada gastronomía de alta calidad, música y animación. El crucero "Rin romántico y pintoresco" con salida y regreso en Francfort permite durante seis días recorrer Maguncia, Andernach, Braubach, Bacharach y Wiesbaden.

Siguiendo la Ruta Imperial por el Danubio

El Danubio es el gran río europeo por excelencia (aunque sea el segundo en tamaño). Se le llama azul, pero más correcto sería negro, no por el color de sus aguas, sino por su origen y final. Nace en la Selva Negra, cruza Europa y, tras recorre 2888 kilómetros desemboca en forma de delta en el Mar Negro. También se le llama imperial y eso tiene todo su fundamento ya que atraviesa importantes ciudades, y algunas de ellas fueron imperiales: Viena, Bratislava, Budapest, Belgrado... Hay diversas propuestas en este río, desde un crucero de cinco días con tiempo suficiente para conocer lo esencial de las capitales del Imperio Austro-Húngaro, Viena y Budapest, además Bratislava, la capital de Eslovaquia, admirando en el camino ciudades centenarias, castillos medievales, iglesias y abadías barrocas y hermosos palacios. Si se dispone de más tiempo, se puede elegir un crucero de siete días "El hechizo del Danubio", que además de las ciudades citadas trascurre por los parajes más hermosos de Wachau, como el castillo de Durnstein, donde estuvo prisionero Ricardo Corazón de León o la abadía de Melk, que inspiró a Humberto Eco, su célebre "El nombre de la rosa".

Por las riberas del Duero portugués

Aunque muy próximas a nosotros, las riberas del Duero en su tramo portugués gozan de todas las condiciones para convertirse en un auténtico descubrimiento, un viaje exótico que permite visitar paisajes y ciudades encantadores. El viaje "El valle del Duero" comienza en Oporto con un cóctel de bienvenida a bordo. Por la noche posibilidad de realizar una excursión opcional del iluminado casco antiguo de Oporto, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Al día siguiente salida del barco hacia Regua. Navegación por delante de la esclusa de Carrapatello, la más alta de Europa con 35 metros de desnivel. El tercer día hay también una excursión opcional a Solar de Mateus en Vila Real. Por la tarde navegación a través de los más famosos viñedos de Oporto, plantados en disposición de escaleras hasta una altura de 700 metros. Este paisaje también es Patrimonio de la Humanidad. Los dos últimos días se tiene la oportunidad de disfrutar de nuevo de Oporto o realizar una excursión facultativa a Guimarães, primera capital portuguesa que en 2012 fue Capital Europea de la Cultura, y Braga.

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