Veo a la Sustituta de Munar y al Sustituto de Aznar negociando y reflexiono acerca de lo importantes que son los logopedas, porque consiguen que los que no pueden escuchar consigan hablar. El sectarismo de ambos les impide ponerse de acuerdo en nada, a pesar de que son iguales con diferencias de matiz. Ambos albergan una ambición desmesurada, porque desmesurada es la ocupación que desempeñan a tenor de sus escasas capacidades; ambos arrinconan a los correligionarios que no les hacen firmemente la pelota; ambos desprecian al sector de población que no les vota y a buena parte de los que les votan; ambos promocionan a toda clase de inútiles amigos, familiares o amigos de familiares; y ambos, en fin, han engordado mucho el último año.
