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La casa/ Arquitectura

Cuando el paisaje es el que atrapa

Una vivienda en la que la casa no se percibe de una vez, la fragmentación invita a pasear, a encontrarse en el comedor, o buscar un rincón a la sombra

Los amigos te mueven, y el paisaje te atrapa. Esto les pasó a los propietarios de esta casa, cuando tras pasar distintos veranos en casa de unos amigos en una pequeña Cala, en Pollença, situada al final de la Serra de la Tramuntana decidieron construirse una cerca, vecina de la otra. Encontraron una parcela de fuerte desnivel que fue parte del jardín de la antigua villa vecina. La vegetación del antiguo jardín crecía descontrolada y había cubierto los antiguos muros de piedra seca que configuraban el terreno.

Los arquitectos, Luis Twose y Twobo arquitectura, recuerdan el único requisito que les pidieron sus clientes , querían una casa sin escaleras. Gran reto teniendo en cuenta que el terreno contaba con un desnivel de 10 metros de una punta a otra no era una petición sencilla precisamente. Fue una suerte, porque gracias a esa única condición se construyó una plataforma intermedia que permitió ver el mar desde un lugar donde antes no se veía.

Luego, explican los arquitectos se trató de ocultar aquellas casas cercanas que no se querían ver y disfrutar así de la sensación de paz y privacidad tan deseada. Para ello fueron ocupando el perímetro de la parcela, dejando vacio su interior. Al final surgió el espacio central que vertebra el proyecto, y al que ahora llaman plaza. No es casual el nombre de plaza, pues la construcción se fragmenta en distintos volúmenes reunidos en la plaza, aparecen zaguanes, porches, pasajes, escaleras, elementos más propios de antiguos pueblos que de una casa, o de los tradicionales lloguerets mallorquines que han dado origen a tantos y tantos pueblos de esta isla.

En el interior cada volumen contiene un uso distinto. Comedor, salón, habitaciones, cocina etc. Lo importante y definitivo es que la casa no se percibe de una sola vez, al contrario la fragmentación invita a pasear, a encontrarse en el comedor, o buscar un rincón a la sombra. En definitiva, a que cada miembro de la familia pueda encontrar su lugar. Es maravilloso propiciar eso, que cada uno encuentre su lugar, su espacio. Los materiales que se utilizaron para la obra son los del entorno. Muros de piedra seca para domesticar el terreno, muros de marés para la casa, carpinterías de madera, suelos de barro cocido y en la plaza, como no, suelo de cantos rodados.

Para la construcción de la vivienda fue imprescindible la colaboración de la empresa constructora Tibidoy que dirige el arquitecto Giuseppe Violante, con una dilatada experiencia en la arquitectura y construcción con una estética vinculada a la arquitectura tradicional mallorquina.

Entre risas se confiesan los arquitectos que todo esto lo hizo ya hace mucho tiempo el danés Jorn Utzon (1948-2008) en Mallorca, y mucho mejor€ Pero vale la pena no solo no olvidarlo nunca, sino recordarlo cada vez que sea posible.

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