En la época de la Segunda República, el diputado conservador Ángel Ossorio clamaba dramático ¡Qué será de nuestros hijos!, y desde los bancos más altos del Congreso se escuchó a alguien que le recordaba ¡Al de su señoría ya le hemos hecho subsecretario! A la sobrina de Luis de Guindos, por ejemplo, la hicimos directora general; y a la hija de Arias Cañete, subdirectora. Hay que decir que la vergüenza torera de Beatriz de Guindos y de Micaela Arias Cañete las movió a dimitir de esos golosos puestos. Me da a mí, sin embargo, que Juli Fuster no se va a largar del puesto encomendado por su señora; y menos aún que el preparadísimo Pau Thomàs, hijo de Vicenç Thomás, se despida de su asesoría técnica a Iago Negueruela. Son socialistas, son honrados, no como esas dos del PP que dimitieron. Asquito.
Oferta Flash
Suscríbete a Diario de Mallorca durante nueve meses por tan solo 9,99 euros
Los puntos sobre las uves