Una de las controversias enológicas más cercanas al grueso de vinicultores maorquines, alineados en dos bandos en los que cada uno defiende sus argumentos firmementete, pero sin llegar la sangre al río, es el utilizar mayoritariamente variedades autóctonas o decantarse por afrancesar en parte sus viñas. Las dos son posiciones a respetar, si los resustados son buenos. Un de los casos positivos en uilizar variedades francesas es el de la bodega Galmés i Ferrer, ubicada en Petra. Su Negre Es Pujol de María 2009 se elaboró con las varidades Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah, bien adaptadas a la zona indicada. Alcanzada la vinificación, inició una crianza de un año en barricas de roble francés, con reposo posterior. En su tonalidad domina un rojo muy cubierto. Esta muy marcado por aromas a frutas del bosque casi otoñales. Como en añadas anteriores, muestra taninos elegantes, con agradable y larga estancia en boca.
La cata