Un joven de 30 años causó ayer de madrugada un accidente de tráfico mortal en la carretera de Manacor, se marchó del lugar sin alertar a los servicios de emergencias y dio positivo en alcohol cuando la Guardia Civil dio con él cinco horas después. Su coche embistió en las cuestas de Xorrigo a un cuadriciclo cuyo conductor, Pedro F.G., murió a consecuencia del impacto. La fuga del sospechoso propició además otro accidente, sin heridos graves, cuando otros dos vehículos se toparon con los automóviles de la víctima y el joven en mitad de la calzada. "No recuerdo nada", declaró el joven a los agentes tras ser localizado. Está acusado de delitos contra la seguridad vial y omisión del deber de socorro y quedó en libertad a la espera de ser citado por el juzgado.

Los hechos ocurrieron hacia las cinco y cuarto de la madrugada en el kilómetro 12,5 de la carretera MA-15. Un cuadriciclo conducido por Pedro F.G., de 51 años, fue embestido por detrás por un Ford Focus cuando ambos circulaban en sentido a Palma, según la investigación de la Guardia Civil. Tras el choque, el conductor del turismo se apeó y se marchó del lugar sin dar aviso de lo ocurrido a los servicios de emergencias.

Los dos automóviles quedaron en mitad de la calzada, con el ocupante del cuadriciclo malherido. Un coche y una furgoneta se encontraron con los vehículos y sus conductores no pudieron evitar chocar contra ellos primero y entre sí después. Fue entonces cuando se alertó de lo ocurrido y varias ambulancias y patrullas de la Guardia Civil de Tráfico acudieron rápidamente al lugar.

Los efectivos de emergencias no pudieron hacer nada por el conductor del cuadriciclo, que murió allí mismo por las gravísimas lesiones sufridas en la colisión. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para practicarle la autopsia y el fallecimiento fue comunicado al juzgado de instrucción número 2 de Palma, en funciones de guardia. Los efectivos sanitarios comprobaron que las cuatro personas que iban en el coche y la furgoneta implicados en el segundo accidente presentaban lesiones leves. No fue necesario trasladarlos a centros médicos. Operarios del departamento de Carreteras del Consell retiraron de la calzada los restos de los automóviles siniestrados.

La Guardia Civil comprobó que el conductor del Ford Focus se había marchado del lugar. El Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) llevó a cabo intensas gestiones para averiguar quién conducía el turismo cuando se produjo el accidente mortal. Las pesquisas no tardaron en dar sus frutos. A primera hora de la mañana, los agentes encontraron al propietario del coche, quien les dirigió hasta el sospechoso, un joven de 30 años.

El acusado fue trasladado entonces a la comandancia de la Guardia Civil. Hacia las diez de la mañana, cinco horas después del siniestro, fue sometido a una prueba de alcoholemia. El resultado rondó los 30 miligramos de alcohol por aire espirado, ligeramente superior al máximo permitido. Fuentes policiales señalaron que el tiempo transcurrido entre el accidente y el test impide certificar que el joven estuviera ebrio cuando se produjo el siniestro.

El sospechoso fue interrogado en calidad de investigado por delitos contra la seguridad vial y omisión del deber de socorro. "No recuerdo nada", se limitó a decir sobre su implicación en el accidente mortal. Los agentes decidieron dejarle en libertad. La Guardia Civil remitirá al juzgado el resultado de sus pesquisas.