Un masajista fue condenado ayer abusar sexualmente de una clienta en Palma. El acusado aceptó pagar una multa de 1.620 euros e indemnizar a la víctima con otros 1.000 por someterla a tocamientos en los glúteos los pechos y el pubis sin su consentimiento. El hombre admitió los hechos ante la magistrada tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la fiscalía, que reclamaba inicialmente una pena de dos años y tres meses de prisión.

Los hechos ocurrieron el pasado 19 de junio de 2017, cuando dos amigas acudieron a un establecimiento de masajes y spa en Palma. Las chicas, de unos 20 años, contrataron sendos masajes relajantes y descontracturantes que recibieron de manera simultánea en la misma habitación por parte de dos empleados.

Uno de ellos aprovechó el masaje para abusar sexualmente de una de las clientas, que llevaba puesto un antifaz. Durante el servicio y sin su consentimiento, le tocó los glúteos y los pechos intensamente con ánimo libidinoso.

Además, el condenado aprovechó que su compañera y la otra clienta se marcharon de la estancia para pedir a la víctima que abriera las piernas y tocarle el pubis con idéntica intención. La perjudicada acabó dándole un manotazo para apartarlo y se marchó, para acto seguido presentar una denuncia por lo ocurrido.

La fiscalía solicitaba dos años y tres meses de prisión, sustituible por su expulsión de España durante diez años, para el acusado, un joven venezolano. Ayer, antes del juicio, el ministerio público pactó con la defensa una condena de 1.620 euros de multa, apreciando la atenuante de reparación del daño por los 250 euros que ya ha pagado a la mujer.