El incendio, posiblemente intencionado, de cinco contenedores en la madrugada de ayer convirtió la calle Agustí Buades en un infierno. Un total de 80 personas tuvieron que ser desalojadas de sus viviendas y una de ellas, el dueño de un bazar chino que dormía en el local, sufrió una intoxicación de carácter leve por inhalación de humo y tuvo que ser trasladado a Son Espases. Al menos seis coches resultaron gravemente dañados por las llamas.

El incendio se inició sobre las cuatro y media de la madrugada en la confluencia de las calles Francesc Suau y Agustí Buades de Palma. El fuego comenzó en cinco contenedores situados en esta última vía y no tardó en propagarse con suma rapidez.

Las llamas, que llegaron a alcanzar una altura de casi 15 metros, dejaron la fachada del edificio ennegrecida. Un total de seis coches, que estaban estacionados junto a los contenedores, sufrieron importantes destrozos. El intenso calor hizo reventar el cristal del escaparate de un bazar chino, situado en la planta baja, y las llamas se colaron por el interior del establecimiento. El propietario, que dormía en el local, resultó afectado al respirar el humo tóxico.

Ante la gravedad del siniestro, un nutrido dispositivo especial de emergencias se movilizó de inmediato. Agentes de la Policía Local y Nacional se encargaron de llamar a las puertas para desalojar a unos 80 vecinos. Dada la hora avanzada de la madrugada en la que se inició el fuego, el incendio sorprendió en la cama a los residentes en el número 16 de la calle Francesc Suau.

Una vez que los vecinos estaban despiertos, fueron evacuados ordenadamente del edificio a una zona segura Mientras, dotaciones de Bombers de Palma se encargaban de sofocar las llamas. También se desplazaron operarios de Gesa y Emaya.

Humo hasta el noveno piso

Los servicios de extinción tuvieron graves problemas para sofocar las llamas. El fuego había alcanzado una gran virulencia y llegó a unos 15 metros. También amenazaba con afectar a los depósitos de combustible de los coches estacionados en las proximidades.La cortina de humo tiñó de negro hasta la novena planta, a unos 25 metros de altura.

Una persona, el dueño de un comercio chino, tuvo que ser atendida por las asistencias sanitarias del Ib-salut al sufrir una intoxicación de carácter leve al inhalar humo. Ha sido trasladado en ambulancia a Son Espases.

Los vecinos permanecieron dos horas y media en la vía pública, desde las cuatro y media hasta las siete de la mañana. Entonces, el fuego ya había sido extinguido en su totalidad, no revestía peligro, y pudieron regresar a sus respectivos domicilios.