El dueño de un perro rottweiler fue condenado ayer a tres meses de prisión por el ataque del animal a una mujer, a la que mordió en el brazo y la pierna tras escaparse de una finca de Sencelles. El acusado no tenía atado ni asegurado al can ni lo había dado de alta en el registro de perros potencialmente peligrosos. Fue declarado autor de un delito de lesiones por imprudencia grave y deberá indemnizar a la víctima con 8.094 euros.

Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la tarde del 9 de febrero de 2017 en la carretera de Pina a Sencelles. El perro salió de la finca del acusado por un agujero del cerramiento y atacó a una mujer que paseaba por la zona. La víctima recibió mordiscos en el brazo y la pierna derecha. Sufrió graves lesiones por las que tuvo que ser atendida en un centro médico, donde le aplicaron grapas para suturar las heridas. Tardó más de un mes en recuperarse y como secuelas les han quedado un síndrome psiquiátrico y una sensación de picor en el brazo, además de cicatrices.

El dueño del perro reconoció ayer, durante el juicio celebrado en Palma, que no había adoptado las medidas necesarias para tener un perro de esta raza, considerada potencialmente peligrosa. El animal no estaba asegurado ni registrado.

El hombre, de 49 años, se declaró autor de un delito de lesiones por imprudencia grave, por el que aceptó tres meses de prisión y abonar una indemnización de 8.094 euros a la víctima del ataque, después de llegar a un acuerdo con la fiscalía.