La fiscalía reclama una pena de siete años y medio de prisión para el acusado del mayor incendio forestal de la historia de Balears. El gran fuego de la Serra de Tramuntana devoró casi 2.400 hectáreas tras permanecer cuatro días activo y obligó a desalojar a unas 750 personas de Estellencs y los alrededores de Andratx en el verano de 2013. No hubo que lamentar heridos ni intoxicados, pero los daños medioambientales fueron devastadores.
La fiscal Rosario García Guillot solicita también al procesado, un vecino de Andratx de 56 años, que indemnice a los propietarios de las fincas afectadas y a los organismos que trabajaron en las labores de extinción y reposición de la masa forestal y en el acondicionamiento de las carreteras dañadas con unos seis millones y medio de euros. La mayoría de las hectáreas arrasadas por las llamas son terrenos catalogados como protegidos, desde el Paratge Natural de la Serra de Tramuntana a La Trapa o es Galatzó. También los acuíferos de Andratx sufrieron el impacto del voraz incendio.
La Audiencia de Palma será la encargada de enjuiciar el caso del mayor fuego forestal de las islas. El sospechoso, español de mediana edad, está acusado de un delito de incendio forestal cometido por imprudencia. El ministerio público pide para él una condena de siete años y medio de cárcel, una multa de 18 meses con una cuota diaria de seis euros y otra multa de seis meses a razón también de seis euros al día. Mientras, su abogado defensor, Joan Sastre, solicita su libre absolución.
El hombre supuestamente esparció los restos de una barbacoa, sin extinguir del todo, en un montón de restos de poda junto a una finca de Andratx, lo que produjo una rápida combustión. El fuego se propagó ladera arriba por la montaña de sa Coma y Can Curt el pasado 26 de julio de 2013 al mediodía. A partir de ahí, se desencadenó un virulento incendio forestal que se extendió por la Serra de Tramuntana y obligó a activar un gran dispositivo de emergencias sin precedentes en la isla. Los equipos de extinción trabajaron durante cuatro días hasta que sofocaron el siniestro el 30 de julio de 2013.
Los restos de una barbacoa
Según se desprende del escrito de acusación, el procesado, sobre las doce del mediodía del 26 de julio de 2013, esparció los restos de una barbacoa, sin apagar del todo, con una carretilla sobre un montón de restos de poda en una finca ubicada en el Camí de Son Jovera, en Andratx. Poco después, se produjo una combustión y las llamas se extendieron a la masa forestal colindante por la ladera de la montaña de sa Coma y Can Curt.
La fiscalía destaca que existía continuidad de combustible entre la zona donde se depositaron los restos y la vegetación.
La temperatura en esos momentos era cercana a los 38 grados, la humedad relativa en torno al 35 por ciento y la velocidad del viento de unos 9 metros por segundo, lo que favorecía la rápida propagación del fuego. Además, existía en la zona abundante combustible ligero muerto, que consistía en hojas de pino secas, y también combustible vivo, matorrales y arbolado, que entraron en ignición con facilidad. La acusación pública reprocha al acusado que, tras esparcir los restos de la barbacoa, abandonó la zona de forma inmediata.
Sin embargo, el hombre indicó que una vez se percató de las llamas trató de apagarlas por sus propios medios, lo que al final le resultó imposible.
La actividad que llevó a cabo en pleno verano requería le preceptiva autorización de la conselleria de Medi Ambient, según la normativa administrativa que regula el uso del fuego en las islas, en un terreno y con unas condiciones meteorológicas propicias para originarse un incendio forestal.
El fuego se propagó con gran virulencia y no fue extinguido hasta el 30 de julio, sobre las once de la mañana. Afectó a la zona sudoeste de Mallorca, en el extremo sur de la Serra, y a los municipios de Andratx, Estellencs y Calvià.
La superficie quemada fue de 2.347 hectáreas, la mayoría terreno protegido. De estas, 1.278 hectáreas forman parte del Paratge Natural de la Serra de Tramuntana; 293 pertenecen a la zona de La Trapa; 535 abarcan desde la Cala de ses Ortigues a Cala Estellencs; y 192 están comprendidas entre la finca de es Galatzó y s'Esclop.
Entre el kilómetro 110 y 102 de la carretera MA-10 de la Serra existen 42 viviendas, solo siete sin habitar. Debido al fuego, fueron desalojadas unas 750 personas de Estellencs, sa Coma Calenta, sa Coma Freda, el campamento de La Trapa, el camino des Castell de s'Arracó y la zona de Font des Bosc. Las parcelas catastrales afectadas fueron 841. De los terrenos quemados, 2.246 hectáreas son de propiedad privada, mientras que 160 son de propiedad pública, entre las que se encuentran las fincas de sa Coma den Vidal, Son Fortuny y es Galatzó.
Según la fiscalía, se quemaron 4.600 árboles que tuvieron que ser talados. El valor de los perjuicios que causó el fuego y la reposición de los terrenos arbolados y su restauración es de más de tres millones de euros. El incendio también afectó a la carretera MA-10 y causó desperfectos de más de un millón de euros. Además, se tuvieron que limpiar 4.500 metros de cunetas, restituir señales, hitos y 583 metros de cubierta de madera del sistema de contención de vehículos. La intervención de los bomberos tuvo un coste de 51.559 euros. Mientras, los medios aéreos de extinción de la conselleria de Medi Ambient acarrearon un gasto de 538.379 euros, y los medios terrestres de 392.014 euros. Los acuíferos de Andratx resultaron afectados por valor de 99.360 euros.
