Un policía local de Palma, también libres de servicio, en una discoteca del Paseo Marítimo de la ciudad en la madrugada del 1 de septiembre de 2013 ha incriminado hoy al agente acusado de causar graves lesiones a su compañero con un vaso de cristal en la segunda sesión del juicio.

El testigo ha reconocido al encausado, que se enfrenta a una petición de pena de la fiscalía de cuatro años de cárcel, como el agresor. "Recuerdo que él era el agresor. Era el que estaba detrás agarrándole", ha manifestado. Según su versión, vio un corte en el brazo izquierdo de la víctima antes de que cayera al suelo. "Me pareció sangre o petróleo. Sí era sangre, lo puedo garantizar", ha indicado ante la sala. La defensa del presunto agresor mantiene que este no golpeó al perjudicado con un vaso de cristal en la cabeza ni en el brazo, sino que las heridas se las produjo la víctima al caer al suelo tras un forcejeo e incrustarse el cristal en el antebrazo.

El denunciante sufrió un profundo corte que le afectó a los tendones y un nervio fue seccionado, por lo que tuvo que ser operado y precisó más de dos años para curarse. Ahora, arrastra severas secuelas. Ha perdido sensibilidad y movilidad en una mano, según detalló el primer día de juicio. El guardia civil afectado también aseguró que tenía problemas para manejar el arma y que no sabía si podía trabajar como guardia.

Hoy por la mañana han declarado tres testigos, todos policías locales de Palma. El primero, que estaba libre de servicio, ha recordado que esa madrugada estaba dentro del local del Paseo Marítimo y oyó un ruido de un cristal que se rompía. "Vi a dos personas que se peleaban, estaban de pie. Luego, cayeron al suelo", ha declarado. Según su versión, la víctima sufrió un corte en el brazo antes de caer al suelo. "Vi a una persona que se iba del lugar y era uno de los implicados", ha añadido.

Por su parte, otra agente que acudió al lugar indicó que vio al herido con un brazo con muchas servilletas. "Nos dijo que le habían herido tras ser agredido. Nos dijo que le hirieron con un vaso de cristal. Llamamos a la ambulancia", ha apuntado la policía, quien relató que una tercera persona les dijo que ella no había sido la autora de estos hechos, sino que únicamente les había intentado separar.

Otro policía local ha recalcado que se encontraron con un tumulto de gente y mucha confusión. Según ha relatado, el perjudicado le dijo que no podía identificar al agresor. Sin embargo, la víctima el primer día de juicio reconoció al encausado y le culpó de haberle golpeado con el vaso de cristal y haberle agarrado del cuello.

La vista oral se ha suspendido al mediodía ante la incomparecencia de un forense de la península, que está de baja. La tercera sesión del juicio se ha señalado para el próximo 16 de mayo. El magistrado ha rechazado la propuesta del abogado defensor de realizar una prueba pericial contradictoria para aportar luz al caso al considerarla extemporánea y no necesaria en estos momentos.