Ya le había pasado más veces pero hasta esta semana no se había decidido a hacer pública la situación de discriminación vivida por su hijo. Patricia Fernández, una vecina de Lugo de Llanera (Asturias), interpuso una queja contra los responsables de un restaurante situado en el centro comercial de Corvera, a los que acusa de expulsar a su hijo (un niño autista de tres años) de una zona de juegos en la que el pequeño se encontraba disfrutando de un momento de distracción junto con los hijos de otros clientes de ese mismo establecimiento de hostelería. Al parecer los camareros del local acusaron a Patricia Fernández de entrar en la zona acolchada a la que sólo pueden acceder los niños pequeños. Pero ella asegura que no tenía alternativa.

"Mi hijo es autista. No tiene conciencia del peligro. Cuando tengo que advertirle de algo tengo que ir a su lado y decírselo, si le llamo desde lejos se me va a quedar mirando y no me va a hacer caso así que tuve que entrar", insiste la asturiana. Fernández asegura que le expuso su problema a la camarera que le había reprochado su actitud. Pero no obtuvo comprensión. "Le tuve que pedir hasta en dos ocasiones la hoja de reclamaciones", enfatiza. Al final Fernández pudo poner la queja.

Lo que sí encontró la mamá fue la solidaridad de los otros padres. "En el momento en el que se produjo la discusión y los otros padres vieron que a mí no se me había escuchado y que se me estaba tratando de una manera muy injusta varios de ellos cogieron a sus hijos y se fueron del local. Algunos incluso querían pagarle a mi hijo unos caballitos", relata.

Lo peor del caso, insiste la propia Fernández, es que este acto de discriminación ("que no es el primero", puntualiza), tuvo lugar en el día contra la discriminación y a favor de la inclusión. "Esta sociedad no está preparada ni es consciente de lo que pasa, hay pocos recursos y no entendemos los problemas de estos niños", mantiene la asturiana.

Por el momento lo único que ha obtenido esta clienta del restaurante son las disculpas, vía redes sociales, de los responsables del centro comercial en el que se produjo el enfrentamiento. "Lo sentimos de veras. Sentimos que se haya dado esta situación y lo pondremos en conocimiento de las personas oportunas para que no se repita. Nuestro apoyo a todas esas madres coraje que cada día buscan la integración de los niños con autismo en la sociedad", señalaron desde el centro en respuesta a la queja pública de una amiga de la denunciante.