El crimen más execrable, aquel que no deja a nadie impertérrito ni indiferente, ha tenido múltiples irrupciones en Balears. Un total de once niños han sido asesinados en las islas en las últimas dos décadas. Y lo que lo convierte en mucho más doloroso: la mayoría a manos de sus padres.

Gabriel Cruz, el niño asesinado por Ana Julia Quezada en Níjar.

El asesinato del niño Gabriel Cruz en Almería a manos, presuntamente, de la pareja de su padre ha conmocionado a la sociedad española. Este horrible crimen ha sacado a relucir otros similares que han jalonado la crónica negra de Balears en los que los menores han sido siempre las víctimas.

El 'Doctor Muerte' falleció en Alemania en enero de 2016. El atroz asesinato de sus dos hijos en sa Coma dos décadas antes todavía resuena en la memoria colectiva. Rüdiger Peter Oyntzen viajó en verano de 1996 a Mallorca con sus hijos. Sus planes macabros eran acabar con la vida de los dos.

Peter Oyntzen con sus hijo

Oyntzen se había divorciado recientemente y utilizó a sus vástagos para vengarse de su exesposa. La noche del 4 de septiembre suministró a Katharina y Matthias, de ocho y seis años, una dosis elevada de tranquilizantes que acabó con sus vidas mientras dormían. Amenazó por carta con suicidarse, pero nunca lo hizo. Tras ser condenado a 24 años de prisión, cumplió casi toda su condena en Palma y, poco antes de morir, fue trasladado a Alemania.

Unos meses después, el 25 de noviembre de 1996, Elizabeth Schmidt, austriaca de 38 años, asesinó a su bebé Andrea Palou Schmidt, de nueve meses, de nueve puñaladas en el hotel Holiday Center de Santa Ponça. Fue considerada inimputable al diagnosticarle esquizofrenia paranoide e internada en un psiquiátrico.

Otro tremendo caso en el que la madre decide acabar con la vida de sus hijos ocurrió entre la tarde y la noche del 8 de julio de 2005 en Palma. Ligia García Damirón, colombiana de 40 años, descerrajó un tiro por la espalda mientras dormían a sus hijas Samanta, de 12 años, y a Carolina, de nueve. Las dos menores murieron en el acto. A continuación, se disparó a bocajarro en el pecho y acabó con su vida. Para ello utilizó el arma reglamentaria de su pareja, policía nacional retirado, aprovechando su ausencia.

En un principio, el funcionario fue arrestado, aunque fue puesto en libertad poco después, al quedar plenamente acreditada su inocencia. El doble crimen y la posterior muerte de la asesina fue lo que se conoce técnicamente como un suicidio ampliado.

Al año siguiente, en Eivissa, un matrimonio alemán decidió acabar con la vida de su hijo antes de poner fin a su vida. Los cuerpos fueron hallados el 15 de marzo de 2006 en el número 11B de la calle Emili Pou, en La Marina de Eivissa. La pareja tomó una sobredosis de barbitúricos y se los hicieron ingerir a su hijo de ocho años.

Mónica Juanatey durante el juicio

Uno de los casos más espeluznantes es el de Mónica Juanatey en Maó. Entre el 7 y el 11 de julio de 2008 le preparó un baño a su hijo César, de ocho años. Una vez que entró, le ahogó y escondió su cadáver en una maleta en el bosque. Fue hallado dos años después y ella fue condenada a 20 años de prisión por asesinato. Había iniciado una nueva relación y no quería que su nueva pareja supiera que tenía un hijo.

El 20 de julio de 2011, una pareja fue detenida por matar en Palma a su hija Ainhoa, de ocho años, de una paliza. La menor quedó en coma el sábado 18 y no superó las graves lesiones. Los dos fueron condenados a 22 años de prisión por homicidio.

Miguel H.T. con su hijo

El 23 de febrero de 2012, en la calle Muntanyeta de Inca, Miguel H.T., de 66 años, ahorcó a su hijo Miguel, de cinco, antes de colgarse él. El asesino estaba en trámites de separación de su mujer. Actuó por despecho.

El pasado año fue muy trágico. El 8 de abril Raquel M.L., de 35 años, ahorcó a su hija Alicia, de 18 meses en Llucmajor antes de hacer ella lo mismo. La noche anterior discutió con su pareja. El 24 de noviembre, una mujer de 42 años acabó con su vida y la de su hijo colocando una manta en el brasero en su domicilio de la calle Gabriel Maura de Palma. Fue otro caso de suicidio ampliado.