Un hombre fue condenado ayer por décima vez por robos con fuerza en Palma. El sospechoso, de 37 años y con problemas de adicción a las drogas, aceptó ayer una pena de dos años de cárcel por llevarse dinero y objetos de valor de tres negocios de la ciudad entre febrero y marzo de 2015. El acusado, que acumula más sentencias por otro tipo de delitos, está en prisión por sus numerosos antecedentes penales.

El delincuente admitió ayer los hechos durante el juicio celebrado en un juzgado de lo penal de Palma, después de que su abogado y la fiscalía alcanzaran un acuerdo de conformidad. El ministerio público rebajó su petición de cuatro a dos años de cárcel por un delito continuado de robo con fuerza en las cosas con la agravante de reincidencia y la atenuante de drogodependencia. La magistrada dictó sentencia de viva voz, en la que se recoge que el hombre cometió los robos con sus facultades mermadas por el consumo de estupefacientes.

El acusado reconoció así que el 7 de febrero de 2015 acudió a una tienda de belleza de la calle Costa i Llobera, donde trepó casi tres metros hasta la trastienda y rompió una cristalera y el marco de la ventana para poder entrar. Cogió 200 euros de la caja registradora, 100 del bote de propinas y otros 1.050 de dos sobres, así como varios productos de belleza y una lámpara de secado de manos.

A primera hora del 25 de marzo, el ladrón actuó en un establecimiento de juegos infantiles de la calle Poble Espanyol. Forzó la persiana metálica y la puerta de entrada y se llevó 350 euros, dos ordenadores, alimentos y bebidas. Finalmente, en la madrugada del 26 de junio, accedió con el mismo método a una cafetería de la calle Joan Miró y rompió la máquina tragaperras, adueñándose de los 1.800 euros que contenía. Se llevó del local otros 1.205 euros y un televisor.

El condenado tiene en su haber otras nueve condenas dictadas por juzgados de Palma entre 2003 y 2005 por robo con fuerza en las cosas, así como otras por delitos variados entre los años 2009 y 2014.