La redada antidroga de la Policía Nacional del pasado miércoles en Son Banya puso de manifiesto el elevado grado de degradación en las postrimerías del poblado, antes de su inminente derribo. Mientras los policías iban deteniendo a los presuntos narcotraficantes del clan de 'el Ove', el conflictivo asentamiento mostró una de sus caras más sórdidas en su casi medio siglo de existencia. Un toxicómano deambulaba tambaleándose entre los policías mientras sostenía con una mano una bolsa de orina conectada con una sonda. El repunte de la venta de heroína en el poblado ha vuelto a sacar a la luz las escenas de drogodependientes enganchados a esta droga y paseando sin rumbo. A escasos metros de distancia, un desbordado empleado de EMAYA se enfrentaba a la titánica tarea de recoger una montaña de inmundicias diseminadas por el descampado de la entrada. Esta explanada se ha convertido en los últimos meses en un gran vertedero, donde el hedor recibe al recién llegado y los incendios de basura se suceden con frecuencia.

Dos semanas en el hospital

El anciano de 77 años que fue asaltado en su chalé de Porreres ha estado cerca de dos semanas ingresado en el hospital. Precisamente, esta semana se sometió a una intervención quirúrgica. El hombre sufrió la fractura de una vértebra, le rompieron la nariz y también presentaba numerosos golpes como consecuencia de una paliza que presuntamente le propinó uno de los atracadores. Ya le han dado el alta.

Un furgón policial de primera

No estamos acostumbrados a ver patrullando por Palma vehículos policiales nuevos. Los agentes llevan años pidiendo una mejora en la flota de automóviles, que está obsoleta. Esta semana, un flamante furgón de la Policía Nacional que circulaba por las Avenidas destacaba, y mucho más aún al compararlo con otros más vetustos del Cuerpo. Era completamente nuevo y se notaba sobradamente. El vehículo iba equipado con todo tipo de protecciones y accesorios para facilitar el trabajo a los policías. Incluso estaba equipado con dos puertas laterales correderas para que la salida de los ocupantes sea más rápida. Se trata de un furgón adscrito a la la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional, los conocidos antidisturbios.

Autopsia tras el velatorio

Curioso el caso de un fallecido que, después del velatorio, tuvo que ser trasladado al Instituto de Medicina Legal de Palma para que se le practicara la autopsia. En un principio, se había certificado la defunción y por eso sus familiares y allegados llevaron a cabo el velatorio, pero el forense detectó que se trataba de una muerte judicial, lo que implicaba que se le tenía que hacer la autopsia. El examen forense se realizó, pero después de velar el cuerpo.

Un traslado pesado

Esta semana falleció un extranjero en su domicilio a las afueras de Palma. Los operarios de la funeraria se toparon con una dificultad: el cadáver del hombre pesaba más de 150 kilos. No es el primer traslado de este tipo que realizan. En ocasiones, incluso los bomberos intervienen para facilitar las tareas.r

"No soy de argelia"

Esta semana un acusado se conformó en un juzgado de Palma con cuatro años de prisión por robar joyas y valiosos relojes en viviendas de la isla. El ladrón asumió los hechos y la condena, pero no estuvo de acuerdo en ser expulsado de España. Su deseo es cumplir la pena aquí. "Yo no soy de Argelia, soy de Egipto", recalcó.