La autopsia practicada a Marcos Servera Menéndez, el joven mallorquín de 33 años fallecido el pasado lunes en un hotel de Londres en el que se alojaba con un amigo, ha confirmado que murió debido a un severa intoxicación de monóxido de carbono. El examen forense ha revelado unos niveles muy altos de este gas en el organismo de la víctima, un realizador de televisión natural de Palma y residente en Madrid desde hace diez años. La autopsia también ha determinado que el joven estuvo muchas horas expuesto a la emanación e inhalando monóxido de carbono debido a un escape de gas en el establecimiento donde estaba hospedado. Por tanto, sufrió un envenenamiento altísimo, según indicaron fuentes próximas a la familia.

Mientras, su compañero de habitación, un madrileño con el que había viajado a la capital británica para asistir a un musical, seguía crítico en un hospital de la ciudad. Su estado es gravísimo, ya que continúa en coma, sin apenas evolucionar.

La familia de Marcos Servera, el palmesano fallecido, presentará una demanda contra el hotel en el que se alojaba y donde se produjo una fuga letal de gas. Familiares y allegados al joven se encuentran en Londres para conocer el resultado de las pesquisas y tramitar la repatriación del cuerpo a Mallorca.

Según fuentes cercanas a la familia, antes de detectarse la fuga en el establecimiento, personal del hotel entró en su habitación y vio que los dos jóvenes dormían profundamente. Nadie sospechó entonces de que se hallaban intoxicados por el gas hasta que, horas después, cuando se tuvo conocimiento del escape, una limpiadora reparó en que llevaba muchas horas colgado el cartel de no molestar en su dormitorio. Entonces, se descubrió a uno de los huéspedes muerto y al otro español, en estado crítico.

Ambos fueron hallados el lunes, poco antes de las dos de la tarde, en la habitación del hotel Mayflower, en la zona londinense de Kensington. Los equipos de emergencias detectaron una alta concentración de monóxido de carbono en el lugar. Dos policías que acudieron al hotel también se intoxicaron a los diez minutos de inspeccionar la zona y tuvieron que ser trasladados al hospital. El hotel fue desalojado y clausurado por prevención ante la fuga de monóxido de carbono. Las autoridades británicas iniciaron una investigación.