Una adolescente de 16 años fue encontrada en la madrugada de ayer tendida en la calle del Port d'Alcúdia en estado crítico y con un fuerte golpe en la cabeza. La menor falleció instantes después sin que las asistencias pudieran hacer nada por salvar su vida. La hipótesis que manejan los investigadores de la Guardia Civil es que la víctima podría haberse precipitado desde un cuarto piso y no se fue hallada mano criminal.

El trágico suceso ocurrió sobre las cuatro o cuatro y media de la madrugada en la calle Marisc del Port d'Alcúdia, a escasos metros de la parroquia Mare de Déu del Carme de la localidad. Un peatón que acertó a pasar por el lugar se topó con el cuerpo de la adolescente tendido boca abajo en la calle y avisó a los servicios de emergencia.

La víctima tenía un hilo de vida, aunque se encontraba inconsciente y en estad crítico. Un nutrido dispositivo se activó de inmediato. Efectivos de la Policía Local de Alcúdia y agentes de la Guardia Civil se movilizaron de inmediato. También acudieron voluntarios de Protección Civil.

Por su parte, las asistencias sanitarias del Ib-salut desplazaron hasta el lugar una UVI móvil y una ambulancia convencional. Asimismo se movilizó al médico del PAC de la localidad, para que se desplazara con premura y diera los primeros auxilios a la víctima.

La calle Marisc quedó cortada. Los efectivos de Protección Civil se encargaron de instalar un hospital de campaña en la zona mientras las asistencias atendían a la joven y las asistencias trataban de esclarecer los hechos. Hasta ese momento un halo de misterio rodeaba a la adolescente y no se descartaba ninguna hipótesis.

El personal sanitario se encontró a la víctima en estado critico e indocumentada. Durante largo tiempo, los facultativos le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar para tratar de reactivar sus constantes vitales, pero la joven no respondió a los estímulos. Finalmente, las asistencias sanitarias se vieron obligadas a certificar su defunción de la menor.

Inspección ocular

Mientras, investigadores de la Policía Judicial y del Laboratorio Criminalístico de la Guardia Civil se desplazaron hasta la calle Marisc, realizaron una minuciosa inspección ocular y trataron de recopilar numerosas pruebas para esclarecer la causa de la muerte de la joven.

En un principio, no se descartaba ninguna hipótesis y los agentes encargados del caso sospecharon inicialmente de que pudiera tratarse de un caso de violencia de género. La primera pesquisa fue determinar su identidad con exactitud, ya que la adolescente se encontraba completamente indocumentada.

Los efectivos del Laboratorio Criminalístico, embutidos en monos blancos, trataban de recoger las posibles pruebas que ayudaran a reconstruir los hechos. Mientras, los efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil trataron de interrogar a los escasos testigos de la trágica muerte que había en esos momentos de la madrugada en el Port d'Alcúdia.

Una vez que se logró esclarecer de quien se trataba, los agentes encargados del caso pudieron establecer una secuencia de lo ocurrido. Tras innumerables pesquisas, los expertos del Instituto Armado llegaron a la conclusión de que la menor se había precipitado a la calle desde una cuarta planta situada en la calle Marisc.

Asimismo, los investigadores descartaron la participación de otra persona en la muerte de la joven. No encontraron huellas que acreditaran la presencia de una mano criminal.

El fallecimiento fue comunicado al juzgado de guardia de Inca. La juez ordenó el levantamiento del cadáver. A continuación, operarios de los servicios funerarios trasladaron a la víctima al Instituto Anatómico Forense para hacerle la autopsia.