Mantiene que fue en legítima defensa. El anciano de Porreres ha insistido ante sus allegados en que disparó un tiro a un atracador al temer que este le iba a matar en su propia casa el pasado sábado por la mañana. Según su versión, disparó de frente al ladrón, Mauricio E.B., de 25 años que finalmente falleció en el hospital de Son Espases, en el momento en el que este le iba a atacar con una pata de cabra.

El dueño del chalé asaltado, de 77 años, continúa ingresado en el hospital de Manacor debido a los múltiples golpes que presenta tras la paliza recibida durante el atraco. Tiene el rostro desfigurado, amoratado y la nariz rota. Según su círculo más cercano, se encuentra muy afectado psicológicamente y con mucho miedo tras el violento robo sufrido el sábado por la mañana en su domicilio en el Camí de s'Olivar, a las afueras de Porreres, en el que se encontraba con su mujer, también anciana. Cuando se recupere y reciba el alta, la Guardia Civil tiene previsto tomarle declaración en calidad de investigado por un delito de homicidio.

Por su parte, la Policía Judicial ya ha resuelto el caso con la detención el pasado lunes de los tres asaltantes, quienes previsiblemente pasarán a disposición judicial hoy en Manacor. Se trata del hermano del fallecido, Freddy E.B., también de 25 años y origen colombiano, quien junto con su gemelo serían los autores materiales del atraco y de los presuntos cerebros del golpe, los españoles Marcos R.V., de 58 años, y José Antonio S.L., de 44, ambos españoles y vecinos de Campos.

Después de que Freddy se entregara ante la Guardia Civil, confesó los hechos durante dos horas e incriminó a los dos españoles como las personas que les encargaron cometer el violento robo en casa de los dos ancianos. Los dos vecinos de Campos conocían a los septuagenarios y sabían que guardaban dinero en casa. Precisamente, el pasado mes de diciembre el matrimonio sufrió otro asalto en el chalé de Porreres. En esa ocasión, les robaron 35.000 euros, pero no denunciaron los hechos. Los investigadores no descartan que los autores fueran personas distintas a las de ahora.

El pasado sábado por la mañana, la pesadilla volvió a repetirse en la misma vivienda. Los dos hermanos gemelos de 25 años asaltaron al propietario del chalé cuando este salió de la casa. Los dos sospechosos actuaron encapuchados, con el rostro oculto por pasamontañas, con guantes y cada uno esgrimía una pata de cabra, una herramienta que consiste en una barra de hierro que se utiliza para hacer palanca y forzar puertas o ventanas. Una de las patas de cabra era de color negro y la otra, amarilla.

Los atracadores utilizaron una violencia desproporcionada. Exigieron el dinero a los moradores. El dueño de la casa les entregó unos 15.000 euros, según su versión, y la emprendieron a golpes contra él al considerar que el botín era insuficiente y creyendo que tenía más dinero en metálico.

El septuagenario pudo llegar hasta un cuarto donde guardaba una escopeta de caza. Cogió el arma y salió. El hombre mantiene que no llevaba las gafas y cuando se percató de que Mauricio E.B. le iba a atacar con una pata de cabra le disparó de frente a bulto para defenderse. El tiro alcanzó al joven en el abdomen.

Acto seguido, el hermano del herido, Freddy, se abalanzó sobre él y forcejeó para tratar de arrebatarle la escopeta. En la refriega, el septuagenario se hizo daño en una mano. En el arma quedaba un segundo cartucho que no llegó a ser disparado. Freddy relató que pegó al anciano tras el tiro que sufrió su hermano. Luego, sacó a rastras a Mauricio al exterior de la casa. Los moradores aprovecharon entonces para encerrarse en el chalé y activar la alarma. Un policía local de Porreres, el primero en llegar junto a la Guardia Civil, encontró al herido solo en el suelo. "Me ha pegado un tiro en la barriga", le dijo. Junto a él, halló el pasamontañas, la pata de cabra y la escopeta de caza cargada.