La madrina del parricida confeso de Costa den Blanes parricida confeso de Costa den Blanes confirmó esta semana en el juzgado de Palma que investiga el crimen que el joven Bogdan K.joven Bogdan K. estuvo ingresado casi dos meses en un hospital psiquiátrico de Ucrania en 2015. La mujer, que conoce al acusado desde muy pequeño y que incluso convivió con él, declaró esta semana en la sede de Vía Alemania en calidad de testigo. Según su versión, Bogdan K., en prisión desde mediados de enero de este año por matar a cuchilladas a su padrastro e intentarlo con su madre en el chalé en el que todos ellos residían en la calle Santa Lavinia de Costa den Blanes (Calvià), permaneció unos 50 días hospitalizado en Ucrania en el área de psiquiatría en 2015.

La testigo, amiga íntima de la familia materna del muchacho, que está acusado de dos delitos de homicidio, uno consumado y otro en grado de tentativa, no pudo aclarar el diagnóstico del sospechoso.

Según recordó, Bogdan K. viajó a Ucrania en 2015. El joven, amante de las armas y de la parafernalia militar, quería enrolarse en el ejército de su país y combatir en la guerra. Durante esa época, estuvo ingresado cerca de dos meses en un hospital pisquiátrico.

El juzgado de Palma que instruye el crimen ocurrido el pasado 11 de enero ha solicitado la remisión de la documentación médica que consta en Ucrania para conocer si el acusado padece una patología y, en caso afirmativo, qué tipo de trastorno se trata.

De hecho, Bogdan K. tenía que ser examinado en Palma en estos días por un médico forense para que determine si sufre una enfermedad psicológica. El encausado, que lleva más de un mes en prisión provisional, explicó a los investigadores de la Guardia Civil, tras su detención, que le habían prescrito unas pastillas, pero él no se tomaba esos fármacos.

En un primer reconocimiento por parte del forense de guardia, el especialista concluyó en enero que el joven era imputable, estaba en condiciones de prestar declaración y conocía pefectamente el alcance de sus actos.

Bogdan K. confesó de forma fría tanto ante la Guardia Civil como en el juzgado de guardia de Palma que mató a su padrastro cosiéndole a cuchilladas con una bayoneta en su chalé. Momentos antes, había atacado a su madre tras discutir con ella porque tenía averiado el teléfono móvil y le pidió uno nuevo.

Cuando el padrastro oyó los gritos de su mujer, bajó por las escaleras de casa a auxiliarla con un palo de billar. Según el joven, fue golpeado con el taco y entonces se revolvió contra el hombre y le apuñaló. Creyendo que ambos habían muerto, tiró el arma al jardín colindante. No obstante, luego les tomó el pulso y, al comprobar que seguían con vida, se fue a la cocina, cogió un cuchillo y de nuevo les apuñaló, según admitió.

Su padrastro, de 61 años, falleció en el lugar. Recibió unas 25 cuchilladas. Mientras, su madre, de 46 años, que sufrió 21 puñaladas, estuvo a punto de morir. Ingresó en estado muy graveestado muy grave en el hospital de Son Espases, en Palma, y logró sobrevivir.

La progenitora a principios de este mes confirmó en el juzgado que fue acuchillada por su hijo sin que tuviera opción de defenderse.

A mediados de esta semana, compareció en Vía Alemania como testigo la madrina del parricida confeso de Costa den Blanes. Según relató la mujer, que cuenta con residencia en Ucrania, conoce a Bogdan K. desde muy pequeño. La testigo señaló que, años atrás, el sospechoso era un niño muy normal, pero luego cuando se hizo mayor le cambió el carácter. La madrina detalló que incluso convivió con Bogdan durante un par de años, por lo que conoce bien al muchacho.