Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Semana negra

Dos niños en minimoto a toda mecha

La minimoto intervenida por la Policía Local en Son Gotleu. policía local de palma

El pasado miércoles sobre las nueve de la noche una patrulla de la Policía Local de Palma acude a Son Gotleu, al cruce de Indalecio Prieto y Santa Florentina, donde se han recibido quejas de vecinos por unos chicos que circulan a toda velocidad en una minimoto. Los agentes interceptan el vehículo y resulta que el piloto tiene trece años y el que va de paquete, doce. Esta clase de vehículos no pueden circular por la vía pública, solo por recintos privados. Además el menor, obviamente, no tiene ninguna clase de licencia y el vehículo carece de número de registro, matrícula, seguro ni permiso de circulación. Vamos, que no tiene nada. El chaval les dice a los policías que vive allí al lado, así que van todos al domicilio y hablan con la madre, que es la que figura como propietaria del cacharro. "Miren que le tengo dicho que no la saque a la calle", les dice a los agentes, que se miran perplejos. ¿Qué esperaba, que se dedicara a contemplarla en su habitación? La cosa acaba con sendas denuncias para el menor, por circular sin licencia, y para la madre, como propietaria del vehículo. Y la minimoto, requisada y trasladada al depósito de Son Toells.

No es un caso tan raro. En los últimos meses la Policía ha retirado otras dos minimotos que circulaban por la calle pese a estar terminantemente prohibido. Los dos casos fueron en Son Gotleu, en la plaza Orson Welles y en el pasaje Pico Auñamendi. Parece que a los chavales de la zona les gustan estos peligrosos juguetes.

una gamberrada muy cara

La broma le va salir muy cara. Un joven de 19 años de Castellón viajó a Mallorca con un grupo de amigos para pasar unos días de vacaciones. Durante su estancia en el hotel, supuestamente vació un extintor del establecimiento, una gamberrada habitual en los viajes de estudios. El hotel presentó una factura de 450 euros y el muchacho ha acabado acusado de un delito de daños. Cuando el cliente regresó a Castellón se le tomó declaración por exhorto. Pero a finales de esta semana ha tenido que volver a la isla para un juicio rápido por los daños. Entre los viajes de ida y vuelta y la reposición del extintor, la broma le ha salido cara.

un guitarrista nervioso

Esta semana un hombre fue juzgado por un violento robo en el Coll den Rabassa. El acusado negó los hechos y dijo que él solo pasaba por allí. Según su versión, iba caminando por la calle buscando un estanco para comprar tabaco cuando de repente escuchó gritos de mujer y le acusaron de haber atracado a la víctima. "Yo había estado tocando la guitarra. Me puse nervioso porque no me salían unos acordes", detalló el sospechoso, como si la música hubiera tenido algo que ver en el caso.

policías salvadores

Un grupo de agentes de la Policía Nacional parece especializado en rescatar a mujeres en situaciones extremas, cuando su vida pende de un hilo. La última actuación ocurrió el pasado 8 de febrero en un inmueble de la calle Anglada Camarasa de Cala Major. Dos caseras quisieron estrangular a su inquilina en su domicilio. La víctima se sentía desfallecer mientras las otras mujeres le oprimían el cuello. "Aquí te mueres y no sales viva", le espetaron. De repente, la arrendataria escuchó una voz salvadora. "¡Abran la puerta, Policía!", clamaron. Cuando los agentes lograron abrirse paso al interior, las caseras seguían apretando el cuello de la denunciante. Los policías lograron rescatarla y detuvieron a los cuatro agresores. Apenas unos meses antes, el pasado 25 de julio, los mismos agentes tuvieron que tirar otra puerta abajo en Alfons el Magnànim, para rescatar a otra mujer y a su niño. La paliza fue tan brutal que la mujer quedó inconsciente toda la noche antes de encerrarse en el baño y pedir auxilio desesperada temiendo seriamente por su vida y la de su hijo. Al irrumpir en la vivienda, salvaron a la víctima y detuvieron al maltratador.

susto en sa pobla

Un hombre acudió el viernes a la Policía Local de sa Pobla con una gran inquietud. Su padre, ya anciano, no respondía a las llamadas del sistema de teleasistencia. Temía que le hubiera ocurrido algo malo. Además, la puerta estaba cerrada con la llave puesta en la cerradura por dentro, por lo que no podía abrirla para salir de dudas. Los agentes corrieron al domicilio para tratar de ayudarle. Los agentes, tras probarlo de varias maneras, consiguieron abrir la puerta. La historia acabó bien: el anciano estaba en perfecto estado.

mal ejemplo

El pasado miércoles por la tarde la Policía denunció a una señora que fue a recoger a los niños al cole en la calle Semolera, junto a la calle Aragón. Debía de ir con el tiempo justo y no se le ocurrió otra que subir el vehículo a la acera ante las narices del agente que estaba regulando el tráfico. La Policía insiste en que no es un buen ejemplo para los niños aparcar así cuando vas a buscarles... y la multa es de 200 euros.

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