Un Citroën Picasso ha sido encontrado esta mañana completamente destrozado a dos kilómetros de Sineu, pero sin rastro del conductor ni de ningún pasajero. Todo apunta de que la persona que iba al volante ha abandonado el vehículo, pese a que se han hallado restos de sangre en las proximidades.

El accidente de tráfico se estima que se ha producido la pasada madrugada a la altura del kilómetro 27 de la carretera vieja de Sineu, a unos dos kilómetros de esta localidad. Los indicios apuntan a que el siniestro ha sido casual, sin que intervenga ningún otro vehículo, después de que el coche se saliera de la calzada por el margen izquierdo, chocara contra un muro y diera varias vueltas de campana. Un trapo junto al turismo tenía restos de sangre y el triángulo de señalización estaba colocado junto al automóvil.

Los dos airbag delanteros del turismo han quedado desplegados. El coche ha quedado fuera de la calzada con la carrocería convertida en un amasijo de hierros. Las primera hipótesis de los investigadores es que el conductor habría abandonado el vehículo renqueando tras la violenta colisión, sin avisar los servicios de emergencias, para evitar dar positivo al ser sometido a una prueba de alcoholemia o de drogas. La Guardia Civil de Tráfico ha iniciado las pesquisas para esclarecer el siniestro.