El presunto violador del metro que durante semanas atemorizó a las usuarias del transporte público en Valencia hace justo un año, tras ser captado por las cámaras de videovigilancia agrediendo sexualmente a una mujer inconsciente con total impunidad, reconoció ayer en el juicio los hechos. Fernando T. M., de 30 años, confesó haber arrojado por las escaleras a su víctima en la estación de Campanar, y aprovechando que ésta perdió el conocimiento, la violó, como así reflejan las duras imágenes que éste periódico no reproduce por la gravedad de las mismas y para evitar que la víctima vuelva a revivir lo ocurrido.

El Ministerio Fiscal solicita una pena de once años de prisión por la agresión sexual y cuatro años y medio más por el delito de lesiones, ya que la agredida sufrió un fuerte traumatismo craneoencefálico y requirió tratamiento quirúrgico. Asimismo, la acusación particular también exige que Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) se haga cargo de la responsabilidad civil e indemnicen a su clienta con 60.000 euros, al entender que deben garantizar la seguridad de los usuarios del metro y que nadie vio en los monitores a tiempo la agresión ni dio parte de lo que estaba pasando pese a ser perfectamente captado por las cámaras el momento en el que la tira por las escaleras.

Por su parte el abogado de FGV, para eludir cualquier tipo de responsabilidad civil de la empresa pública, sostiene que la mujer no era una viajera del metro, "no tenía billete ni lo había validado", y simplemente estaba haciendo uso de las instalaciones para atravesar por el paso inferior de camino al trabajo. Un responsable de seguridad, que declaró como testigo, reconoció que garantizar la presencia total de vigilantes sería inviable.

La brutal agresión se produjo a las siete de la mañana del 21 de enero de 2017 cuando el acusado, con antecedentes por delitos violentos, siguió a su víctima, de 40 años, hasta la parada del metro de Campanar. Según él mismo confesó ayer ante la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia, la abordó por la espalda y la empujó con tal violencia que la hizo volar por encima de las escaleras, golpeándose la mujer en la cabeza del primer rellano y quedando inconsciente. Aprovechando su indefensión, el agresor la violó hasta que su víctima recuperó el conocimiento.

Al contemplar el atenuante de reconocimiento de hechos, la Fiscalía baraja una rebaja de nueve años por la agresión sexual y tres por las lesiones.