Un edificio de tres plantas tuvo que ser desalojado a primera hora de la mañana de ayer al declararse un incendio en un bar cerrado al público en s'Arenal de Llucmajor. Una persona tuvo que ser atendida por intoxicación leve al inhalar humo y otra al sufrir una crisis de ansiedad.

El fuego se inició poco antes de las seis de la mañana en un establecimiento situado en el número 33 de la calle Maria Antònia Salvà de Llucmajor. Las llamas se localizaron en la cocina, que quedó completamente destruida, y el humo se extendió por el local y afectó a las viviendas situadas en los tres pisos superiores. Como medida de precaución, todos los residentes, unas 15 personas, entre las que se encontraban cinco niños, fueron desalojadas y tuvieron que permanecer unas dos horas en la calle en pijama hasta que el incendio fue sofocado.

Una dotación de Bombers de Palma se desplazó rápidamente hasta el lugar del siniestro. También se movilizó el parque al completo de Llucmajor de Bombers de Mallorca, con un sargento y dos técnicos, así como la Policía Local de Llucmajor, la Guardia Civil y las asistencias sanitarias del Ib-salut.

El foco del incendio se localizó en la cocina del bar, que resultó gravemente dañada. Aunque el humo fue el que se ha propagado por todos los rincones del establecimiento y se extendió a las tres plantas del edificio situado encima del bar.

“Todo estallaba”

“Las llamas salían a la calle y todo estallaba”, indicó ayer Estefanía Urquiola.vecina del número 33 de la calle Maria Antònia Salvà. Un vecino sacó a pasear al perro poco después de las cinco de la mañana. Al ver salir humo de la cocina del bar, acudió a una panadería cercana para que avisaran al dueño. El propietario intentó sofocar las llamas con un extintor, pero ya habían alcanzado grandes dimensiones.

“El dueño es muy buena persona. La Taberna es un bar de barrio. Todo el mundo se reúne allí y pone unas tapas buenísimas”, resaltó una peluquera cuyo local está frente al establecimiento siniestrado. Vecinos y clientes acudieron cariacontecidos a visitar el alcance del desastre.

En torno a las ocho menos diez de la mañana, el fuego se declaró extinguido. Los bomberos dieron entonces el visto bueno para que los residentes pudieran regresar a sus viviendas después de permanecer casi dos horas en la calle. Una persona tuvo que ser derivada al PAC, al sufrir una intoxicación de carácter leve por inhalación de humo. El personal sanitario también atendió a una mujer que tuvo una crisis de ansiedad. Tanto los efectivos desplazados de Bombers de Palma como los Bombers de Mallorca regresaron entonces a sus respectivos parques.