La Policía Nacional ha detenido en Palma a dos hombres en una gran operación contra la pornografía infantil. Los investigadores han arrestado a un total de 40 sospechosos en toda España por formar intercambiar archivos de contenido pedófilo a través de Internet. Los agentes se han incautado de material de extrema gravedad en un complejo operativo por las medidas de seguridad que utilizaban los acusados.

La operación es el fruto de una laboriosa investigación que ha dado como resultado la detención de 40 hombres, entre los que se encuentran profesores, ingenieros, empleados públicos o autónomos, desempleados y jubilados. La mayoría de los detenidos utilizaba programas para borrar los archivos de contenido pedófilo y navegadores para acceder a la dark web. Dos de los sospechosos han sido detenidos en Palma y el resto en Alicante (5), Almería (1), Ávila (1), Barcelona (4), Lleida (1), Girona (1), Cáceres (1), Córdoba (2), Granada (1), Guipúzcoa (1), Madrid (10), Málaga (2), Pamplona (1), Pontevedra (1), Valencia (4) y Vizcaya (2).

Uno de los detenidos en Alicante, además de distribuir material ilegal por la red, acosaba a menores para conseguir imágenes de contenido sexual, que posteriormente editaba y subía a Internet, hecho por el que han sido identificadas cuatro niñas víctimas de acoso sexual. En la misma provincia se llevó a cabo el arresto de dos hermanos que poseían y compartían gran cantidad de archivos de contenido pedófilo.

También destaca la identificación en Córdoba de un experto informático que adoptaba fuertes medidas de seguridad y había instalado una antena WIFI de gran alcance en el tejado de su domicilio. Así se conectaba de forma fraudulenta a otras redes de su vecindario y descargar el material ilícito dificultando la labor policial.

Durante esta operación se han realizado 42 registros domiciliarios por toda la geografía española, en los que se han intervenido numerosos ordenadores portátiles, más de 100 discos duros, discos compactos y DVD´s, en los que se almacenaban gigas de fotografías y vídeos de contenido pornográfico protagonizados por menores. Se trata de material de extrema gravedad según la categorización establecida por el proyecto Baseline de Interpol.

Los especialistas están analizando minuciosamente todo lo intervenido a fin de determinar la posible existencia de un delito de producción de material pedófilo, abusos sexuales sobre menores por parte de alguno de los identificados o la existencia de conexiones con otros pederastas con los que pudieran interactuar en la red.