Un total de tres policías nacionales de paisano se dirigieron ayer por la mañana hasta una casa okupada en Consell donde se refugiaban supuestamente dos ladrones de locales de Palma. Los supuestos delincuentes reconocieron a los agentes y uno dio un fuerte acelerón con su coche para tratar de arrollarlo. El funcionario logró zafarse y dio tres tiros al aire. El otro malhechor también se dio a la fuga.

Gracias a las continuas pesquisas, los investigadores de la Policía Nacional habían localizado en Consell a los presuntos autores de varios robos en el interior de locales de Palma. En la mañana de ayer se montó un dispositivo especial y tres agentes se dirigieron hacia el lugar donde se encontraban los sospechosos, en la calle Masnou de esta localidad de es Raiguer.

Con lo que no contaban los policías es que, pese a vestir de paisano, serían descubiertos de inmediato. Uno de ellos dio un brusco acelerón del Seat León que conducía en dirección a uno de los agentes. El funcionario disparó varios tiros al aire para evitar que lo arrollara. El delincuente aceleró aún más y no tardó en desaparecer del lugar. Su supuesto compinche también logró dar esquinazo a los investigadores.

A toda velocidad

El conductor del Seat León tomó la autopista de Inca a toda velocidad en dirección a Palma. Pese a que se establecieron numerosos controles para tratar de interceptarle, el delincuente logró darse a la fuga.

Las pesquisas apuntaron a que un posible compinche de los ladrones podría haberse refugiado en una casa okupada situada en el número 10 de la calle Masnou de Consell. Numerosos policías rodearon el edificio, a la espera de contar con el mandamiento judicial de entrada y registro para poder irrumpir en el inmueble.

A pesar de los reiterados requerimientos policiales a los moradores del edificio para que salieran a la calle, ninguno de los residentes quiso abandonar el inmueble.

La tensión se prolongó durante varias interminables horas. Finalmente los okupas desistieron en su actitud y se entregaron a la Policía. Desde el primer momento, los residentes en el edificio quisieron dejar meridianamente claro que no tenían relación alguna con los dos presuntos ladrones a los que estaban buscando.

"Hay varias personas viviendo aquí, pero no tienen relación con los fugados", apuntó un vecino de la calle Masnou, que prefirió guardar el anonimato por temor a posibles represalias. Este residente aseguró haber escuchado los disparos del agente amenazado por el conductor a punto de embestirle con el coche. "Creo que también disparó a las ruedas para que pinchara, pero no lo consiguió", precisó.

Sin detenidos

Una pareja se subió a un coche patrulla y fueron conducidos a dependencias policiales para tomarles declaración. Otros salieron por su propio pie después de identificarse. El operativo policial se saldó, por tanto, sin detenidos.

"Llevaban aquí varias semanas", indicó ayer un oficial de la Policía Local de Consell. "Nosotros hemos entrado varias veces a identificarlos y nunca hemos tenido ningún problema", puntualizó.

Al parecer, la familia del presunto autor del intento de atropello reside en las inmediaciones de Can Valero. Por este motivo, este punto fue vigilado por si los sospechosos fugados se atrevían a desplazarse hasta el lugar donde se encontraban sus allegados.