Una testigo que vio al conductor kamikaze cómo circulaba en sentido contrario por la autopista de Inca el pasado sábado de madrugada ha apuntado que el joven iba al menos a 90 kilómetros por hora. Según su versión, contemplaron cómo avanzaba el coche en contradirección, primero iba solo por la calzada, pero luego se cruzó con un par de coches y luego acabó chocando contra otro turismo en un tramo ligeramente curvo. "Nosotros circulábamos en paralelo, justo detrás de él, también sentido Palma, pero por la calzada correcta. Nos separaba la mediana de la autopista. Iba a unos 90 kilómetros por hora", indicó la testigo, que alertó al 112.

Fueron varios los ciudadanos que telefonearon al 112 sobre las tres de la mañana del sábado. Un automovilista informó de que se acababa de cruzar con un Volkswagen Golf blanco que iba en sentido contrario con un faro apagado o roto en la autopista de Inca, cerca de Consell. Otro testigo, un cuarto de hora antes, vio un turismo haciendo eses, que circulaba de forma temeraria y que había cogido la salida de Santa Maria.

A las tres y diez minutos de la madrugada, el Volkswagen Golf chocó frontalmente contra un Seat Altea, que iba correctamente por su carril por la autopista (MA-13), sentido Inca, a la altura de Santa Maria. El balance del siniestro fue desolador: un joven muerto y otros dos heridos graves.

El conductor kamikaze de 21 años que circuló en sentido contrario por la autopista de Inca con su Volkswagen Golf de color blanco y que causó el grave accidente que le costó la vida a su hermano, de 18 años, quien viajaba como copiloto, seguía ayer tarde ingresado en la UCI del hospital de Son Espases, en Palma, y evolucionaba favorablemente.

El afectado, que fue evacuado en estado crítico tras un choque frontal contra el Seat Altea que iba correctamente por su carril sentido Inca, ayer ya estaba despierto. Al haber recuperado la conciencia, los investigadores de la Guardia Civil de Tráfico estaban a la espera de la autorización médica para poderle tomar declaración. El muchacho, originario de Guatemala, permanecía estable dentro de la gravedad.

Conductora mallorquina

Mientras, la conductora del Seat Altea, de 20 años y natural de sa Pobla, cuyo turismo acabó volcado en la calzada después de que el kamikaze la embistiera frontalmente, continuaba ayer ingresada en Son Espases y se encontraba fuera de peligro. Su evolución también era favorable.

La Guardia Civil de Tráfico prosigue con las pesquisas para tratar de aclarar los motivos por los que el Volkswagen Golf, ocupado por los dos hermanos, circulaba en sentido contrario por la autopista de Inca (MA-13) hasta que chocó contra otro coche a las tres y diez minutos de la madrugada del sábado en el kilómetro 11,6, a la altura de Santa Maria. Los tres jóvenes ocupantes de los dos coches siniestrados quedaron atrapados y tuvieron que ser rescatados por los bomberos. El copiloto del kamikaze, su propio hermano de 18 años, murió en el lugar. Los agentes de Tráfico volvieron ayer por la mañana al punto del accidente para recabar pruebas.