La Policía Local de Palma ha imputado un joven de 23 años por arrollar a un motorista, dejarlo malherido y darse a la fuga cuando conducía pese a no tener carné. Su madre trató de engañar a los agentes autoinculpándose, pero fue descubierta y acabó admitiendo que quien conducía era su hijo. El acusado confesó los hechos y explicó además que circulaba a 80 kilómetros por hora en un tramo limitado a 40, en la barriada del Rafal. La víctima, de unos 50 años, sufrió graves lesiones en una pierna y fue hospitalizado.

Los hechos ocurrieron el pasado lunes por la tarde. Un Audi se llevó por delante a un motorista en el cruce de la calle Pere Ripoll i Palou i la plaza Josep Maria Llompart. El conductor del turismo, que sufrió cuantiosos daños por el brutal impacto, huyó tras el siniestro. Una ambulancia acudió al lugar y los efectivos sanitarios comprobaron que la víctima sufría una fractura abierta de tibia y peroné, por lo que la trasladaron de urgencia a una clínica.

La Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía enviaron patrullas al lugar. Los agentes hallaron en las inmediaciones del lugar de la colisión la placa de matrícula del turismo implicado, lo que agilizó las pesquisas. Poco después, en un callejón cercano, fue localizado el coche. Los investigadores examinaron el automóvil en busca de huellas.

Esa misma noche, una mujer acudió a la Policía Local de Marratxí y aseguró que era la conductora huida. Compareció ante la Policía Local de Palma y ratificó esta versión. Pero los agentes dudaron de ella y, tras hacerle ver las contradicciones de su declaración, lograron que confesara la verdad. Era su hijo, que no tiene carné, el autor del atropello.

El sospechoso, un joven de 23 años, fue interrogado. Admitió su implicación, dijo además que iba a 80 kilómetros por hora cuando sufrió el accidente y se mostró arrepentido. Según dijo, se dio a la fuga porque se asustó. Los agentes le imputan delitos contra la seguridad vial y de omisión del deber de socorro. La Policía Local remitirá el atestado al juzgado encargado de instruir el caso.