La Policía Nacional dio ayer por concluida, sin éxito, la búsqueda de los cadáveres de la maliayesa Mari Trini Suardíaz y su bebé, desaparecidas hace ya tres décadas, en una vivienda en Berbes (Ribadesella), donde ambas residieron con el marido de Trini, Antonio María Da Silva, 'el portugués', de quien se sospecha que pudiera vivir actualmente en Portugal y que hubiera tenido algo que ver con la desaparición de las dos asturianas, cuyos cadáveres ya fueron buscados sin éxito en 2016 en un pueblo de León.

Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional d abandonaron el lugar sin hallar los cuerpos de Trini y su bebé, aunque sí encontraron en el inmueble mucha ropa, maletas y documentos. Los agentes estuvieron picando en unas fosas sépticas que había construido el portugués, pero no encontraron ni rastro de las desaparecidas. Algunos vecinos apuntaron a otra posibilidad, aunque por ahora la Policía no ha realizado ningún registro en base a ella. "Al final de la playa de Vega hay una antigua bocamina que ahora es una especie de lago, en la que el portugués tiró dos coches", aseguraron lugareños.