Un vendaval se desató ayer en Palma de madrugada. Las fuertes rachas de viento, que alcanzaron los 80 kilómetros por hora, derribaron dos árboles de gran tamaño y arrancaron ramas y falsos techos de uralita. También lanzaron cascotes a la vía pública. Por fortuna no hubo que lamentar daños personales.

En torno a las tres de la madrugada, los fuertes vientos tumbaron un árbol de grandes dimensiones en la plaza del pintor Francesc Rosselló, en s´Aigo Dolça. El pesado tronco cayó sobre la acera y no dificultó el tráfico. Inicialmente, una dotación de Bombers de Palma acudió al lugar para examinarlo. También se personaron efectivos de la Policía Local.

Como el árbol no dificultaba el tráfico, los bomberos regresaron al parque. No obstante se dio aviso a los técnicos de parques y jardines del ayuntamiento de Palma para que se encargaran de retirar el tronco.

No ocurrió lo mismo con otro árbol desplomado en el camino que comunica Génova con el barrio palmesano de Sant Agustí. El tronco estaba en mitad de la calzada y los bomberos lo tuvieron que trocear.

Los bomberos también tuvieron que retirar de la vía pública cascotes arrastrados por la fuerza del viento en las calles Francesc Vidal i Sureda y Montcades.