Un hombre aceptó ayer tres de años de prisión por abusar sexualmente de la hija de su novia, una niña de 12 años, en Andratx. El sospechoso admitió durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial que sometió a la pequeña a tocamientos incluso en presencia de la madre, que no se percató de lo ocurrido. La fiscalía rebajó su petición inicial de ocho años y medio de prisión tras alcanzar un acuerdo con la defensa. El procesado había indemnizado ya a la víctima con 2.500 euros y deberá abonarle otros 3.500.

Los hechos ocurrieron durante los primeros seis meses de 2016, según la sentencia dictada ayer mismo por el tribunal tras la vista, en dos domicilios a los que acudía la pareja con la niña. El condenado, peruano de 39 años, aprovechó los momentos en los que se quedaba a solas con la hija de su compañera para someterla a tocamientos en el culo y los genitales.

El hombre llegó incluso a manosear a la niña cuando ambos se encontraban en la cama con la madre de la pequeña. Estos abusos se repitieron en numerosas ocasiones hasta que el 25 de julio de aquel año la mujer presentó una denuncia. El acusado fue entonces detenido y quedó en libertad a la espera de juicio.

El ministerio público acusaba inicialmente al procesado de agresión sexual por haber introducido los dedos en la vagina de la niña en varias ocasiones. Por este delito reclamaba una pena de ocho años y medio de prisión.

Sin embargo, ayer durante el juicio retiró esta imputación y rebajó la calificación de los hechos a abuso sexual. Además, apreció la circunstancia atenuante de reparación parcial del daño como muy cualificada por la indemnización de 2.500 euros que el hombre ya había abonado para resarcir a la víctima.

La fiscal suavizó su acusación tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la defensa. Las negociaciones entre las partes demoraron el inicio de la vista más de una hora.

Así, el acusado se mostró finalmente conforme ante el tribunal de la sección primera con los hechos y la condena solicitada por la acusación, que además de la pena de reclusión incluye una orden de alejamiento a menos de 500 metros de la niña durante 10 años, cinco años de libertad vigilada y la asistencia a un programa para delincuentes sexuales. Además, se comprometió a pagar otros 3.500 euros a la pequeña por los daños morales sufridos a raíz de los abusos sexuales.