Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Semana negra

De Son Reus a Son Banya: una agenda apretada

Un policía se lleva a un perro durante la operación antidroga en Son Banya. g. Bosch

El nuevo jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía, José Antonio Puebla, se incorporó a su puesto el pasado martes. Hasta ahora estaba destinado en la Oficina Central de Interpol, en Madrid, y antes solo había estado en una ocasión en Mallorca, pero ha tenido que adaptarse rápido. El miércoles acudió a la Delegación del Gobierno junto al jefe superior, para presentarse a la delegada. El jueves a las once de la mañana fue el encargado de representar a la Policía en la quema de los 617 kilos de droga, procedentes de los alijos intervenidos durante los dos últimos años, en la incineradora de Son Reus. Allí se le vio perfectamente en su papel institucional, departiendo con la delegada y el teniente coronel Orantes, en representación de la Guardia Civil. Y de ahí se fue directamente a Son Banya, donde los agentes de su brigada tomaron el poblado para garantizar la seguridad de los investigadores de los grupos antidroga y la comisión del juzgado, que llevaron a cabo una operación contra el clan de Los Valencianos que se saldó con catorce detenidos. Y mientras tanto ha tenido que buscar un piso para instalarse. Eso es lo que se llama aprovechar el tiempo.

mareando la perdiz

Durante la redada en el poblado, un policía empezó a perder la paciencia con una detenida. La mujer cambió varias veces de versión sobre un teléfono móvil hallado en su casa. “Primero has dicho que era de tu primo, luego de tu tío, y al final resulta que no es de nadie. ¿En qué quedamos”, le dijo. La sospechosa, en pijama, parecía estar acostumbrada a estas situaciones y apenas se inmutó.

peor imposible

Pocas veces se ha visto el poblado de Son Banya tan degradado como ahora. Y eso es mucho decir. En el descampado de la entrada hay toneladas de basura esparcida y diez coches completamente quemados. En mitad de la inmundicia, un chamizo hecho con colchones y cartones donde malvive un toxicómano que apenas fue consciente de que había casi 80 policías en la zona.

fuga de película

Como si se tratara de la Fuga de Alcatraz, pero por las calles del Camp Redó de Palma. El pasado lunes por la mañana un preso tuvo la brillante idea de escapar del furgón policial que lo trasladaba desde el centro penitenciario de la ciudad a los juzgados de Vía Alemania. Su peripecia duró pocos minutos, gracias a la colaboración ciudadana. Los policías lo encontraron en una calle cercana agazapado junto a un coche. Fue detenido de inmediato y conducido a la sede judicial. El recluso logró salir del vehículo por la escotilla, una trampilla ubicada en el techo. Momentos antes, había conseguido soltarse de una mano de los grilletes que llevaba. Una vez en el techo del furgón, aprovechó que el vehículo se detuvo en un semáforo en rojo y descendió por la parte trasera. Luego, emprendió la huida por varias calles del Camp Redó con los grilletes colgando de una mano. Varios transeúntes alertaron a los agentes y les indicaron la zona por la que había escapado. Así, en poco tiempo el interno fue descubierto. Los hechos fueron comunicados al juzgado de guardia de Palma. El dispositivo que alerta cuando se abre el ventanuco superior no funcionó, lo que demuestra que los viejos furgones de la Policía Nacional han quedado obsoletos y habría que renovarlos.

el violador impasible

Esta semana fue excarcelado el supuesto violador de Capità Vila para ser juzgado por un robo en un domicilio de Manacor. El joven admitió los hechos de forma fría. Se mostró impasible al conformarse con una pena de dos años y tres meses de cárcel. Luego, regresó a la prisión. El sospechoso se enfrenta a un rosario de graves delitos por el caso de Capità Vila que podrían costarle una larga condena entre rejas.

videoconferencia maldita

Los medios informáticos en ocasiones pueden convertirse en el peor enemigo, en vez de facilitar el trabajo en los juzgados. A mediados de esta semana, un juicio se demoró durante un largo tiempo debido a una videoconferencia con una testigo en Alemania. Pese a los esfuerzos de los técnicos y del intérprete para contactar con las autoridades germanas, fue imposible realizar la videollamada. Y, para más inri, cuando ya era la una del mediodía, tanto la testigo como los funcionarios que se hallaban en Alemania se marcharon de las dependencias porque era la hora de cerrar. Los abogados palmesanos quedaron perplejos. La magistrada lamentó las deficiencias estructurales del sistema informático y la falta de cooperación internacional. La testigo alemana será citada de nuevo otro día y crucemos los dedos para que la videoconferencia funcione y el reloj no dé la una del mediodía.

del secuestro al narcotráfico

La Audiencia de Palma condenó hace pocos días a seis acusados por traficar con drogas en Inca y en la capital balear. Lo curioso del caso es que la investigación empezó por parte del Grupo de Atracos de la Policía Nacional. Los agentes iniciaron las pesquisas al recibir una denuncia por la desaparición y el posible secuestro de una joven. Al indagar en el asunto, los investigadores descubrieron que, en realidad, detrás de todo se encontraba una trama de narcos. Uno de los principales sospechosos contaba con un colaborador, que residía en Ceuta y que aprovechaba para facilitarle alijos de hachís procedentes de Marruecos.

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