El parricida confeso de Costa d´en Blanes duerme ya entre rejas. Bogdan K., el joven ucraniano de 27 años detenido por matar a puñaladas a su padrastro, el empresario mallorquín Pere Antoni Serra Crespí, de 61 años, y dejar gravemente herida a su madre, Elena K., de 46, el pasado jueves por la noche en el domicilio familiar, un chalé de Costa d'en Blanes (Calvià), ingresó ayer al mediodía en la cárcel de Palma por orden judicial. La magistrada titular del juzgado de instrucción número 3 de la ciudad, en funciones de guardia, acordó la prisión provisional sin fianza para él por un delito de homicidio consumado y otro en grado de tentativa. El sospechoso realizó ayer un relato espeluznante en el que volvió a confesar el crimen. El arrestado detalló que, tras discutir en casa con su madre, la acuchilló con una bayoneta y luego a su padrastro. Creyendo que habían muerto, tiró el arma por una ventana. Más tarde, tomó el pulso a ambos y, al comprobar que aún vivían, se dirigió a la cocina, donde cogió varios cuchillos. Con el más grande, de nuevo volvió apuñalarles para rematarles, según indicó ayer.

El viernes por la noche ya admitió ante los investigadores de la Guardia Civil que asestó siete u ocho cuchilladas a su padrastro y otras tantas a su madre tras una discusión con ella por motivos familiares porque le reprochaban que era un vago, que no estudiaba ni trabajaba. La autopsia determinó que el fallecido recibió una treintena de puñaladas, unas 25. Mientras, su progenitora sufrió una veintena de heridas e ingresó en estado grave en el hospital de Son Espases. El presunto homicida, amante de las armas y de todo lo militar, se ensañó con ambos.

El joven es conflictivo y cuenta con al menos tres detenciones en los últimos años por robo con violencia, maltrato familiar y quebrantamiento de medida cautelar. En 2015 tuvo una orden de alejamiento de su madre y su padrastro, pero en 2016 la medida expiró.

Bogdan K., vestido con un chándal oscuro Adidas, deportivas blancas y con la cabeza tapada por una capucha, declaró ayer ante la magistrada de guardia de Palma durante 40 minutos. El joven de nuevo confesó el crimen. Recordó que la noche del jueves se hallaban en casa él y el matrimonio. Discutió con su madre porque esta se quejaba de que era un vago. Según su versión, explotó por esta situación y por la falta de cariño que sentía. Se fue a buscar una bayoneta que tenía en su habitación, la desenfundó y acuchilló a su progenitora. El padrastro, alarmado por los gritos de su mujer, bajó del piso superior del chalé de la calle Santa Lavinia en Costa d´en Blanes con un palo de billar.

Según manifestó el presunto parricida, Pere Antoni de Can Llecó, natural de sa Pobla, le golpeó en la cabeza con el palo de billar para que dejara de acuchillar a la víctima. Entonces, el joven se revolvió contra su padrastro y le apuñaló también con la bayoneta en repetidas ocasiones. Luego, se deshizo del arma arrojándola al exterior, al jardín, pensando que la pareja ya había muerto.

Pero, más tarde, Bogdan K. se aproximó a ambos y les tomó el pulso, según reconoció ayer. Al constatar que todavía respiraban, se fue a la cocina y se hizo con varios cuchillos. Acto seguido, continuó apuñalándolos con el arma de mayor tamaño. A uno de los cuchillos se le rompió la punta.