El médico forense que ayer exploró al parricida confeso de Costa d’en Blanes no detectó en un principio ningún trastorno mental que pudiera afectar a las capacidades psíquicas del joven ucraniano de 27 años. El facultativo determinó que Bogdan K. estaba en condiciones de declarar y que era perfectamente imputable.

El detenido indicó que la noche del crimen en el chalé familiar, el pasado jueves, no había bebido alcohol y tampoco había consumido drogas. Los investigadores sospechaban que el muchacho, muy problemático en casa, podría padecer alguna patología o trastorno psíquico. De hecho, su abogada defensora pidió que Bogdan fuera examinado por un médico y que se le realice un informe psiquiátrico. Hasta la fecha, no consta que tenga diagnosticada alguna enfermedad mental.

Tras declarar en el juzgado de guardia y admitir el crimen, la fiscal pidió ayer el encarcelamiento del joven. La defensa se opuso. La magistrada de guardia ordenó su ingreso en prisión. Bogdan confesó los hechos al 112 y luego a varios agentes ese mismo jueves.