La planta incineradora de Son Reus destruyó ayer por la mañana 617 kilos de droga, procedente de 420 intervenciones realizadas durante los dos últimos años. La mayor parte de las sustancia intervenida era marihuana, hachís y cocaína, aunque también había pequeñas cantidades de anfetaminas, metaanfetaminas, heroína y sustancias de corte.

El acto de destrucción de la droga en la incineradora estuvo presidido por la delegada del Gobierno, Maria Salom, acompañada por el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Orantos, el comisario de la Policía Nacional José Antonio Puebla y el delegado de Sanidad, Raúl Izquierdo.

Salom destacó el buen trabajo de los cuerpos policiales, que ha permitido sacar estas drogas de la calle, que alcanzarían un valor en el mercado negro de unos tres millones de euros.