Tras más de veinte años de malos tratos en su matrimonio, una mujer decidió poner fin de una vez por todas a su calvario. El pasado 2 de enero, la víctima de 49 años se armó de valor y acudió al cuartel de Sant Ferran, arropada por las declaraciones de sus hijos de 20 y 22 años, para denunciar la violencia de género continuada que había sufrido en las últimas dos décadas. Los agentes de la Policía Local de Palma apreciaron riesgo extremo y el juez ordenó el ingreso en prisión incondicional de Gabriel J.M., de 49 años.

Nada más comenzar el nuevo año, el pasado día 2, una mujer de 49 años se personó en las dependencias del Servicio de Atención a las víctimas de violencia de género de la Policía Local de Palma para denunciar la pesadilla en la que se encontraba inmersa por culpa de los malos tratos que le propinaba su marido. En su mayoría se trataba de violencia verbal, aunque también se traducían en empujones y una vez la pinchó con una percha.

La víctima denunció que su marido la obligaba a mantener relaciones sexuales sin su consentimiento. Estas penurias se habían mantenido durante más de dos décadas y, al llegar estas fiestas navideñas, la mujer decidió ponerle fin y denunciar su padecimiento. Cuando salía un caso de violencia de género en televisión, su marido siempre replicaba "algún día saldremos nosotros ahí".

En uno de estos últimos episodios de maltrato ocurrido en Navidad, la mujer fue agredida ante sus hijos. Este hecho le hizo recapacitar de que la situación no podía continuar y decidió armarse de valor de una vez por todas.

La víctima esperó a que transcurriera el día de Año Nuevo y, a primera hora de la mañana del 2 de enero se personó en el cuartel de Sant Ferran. Los expertos de la Unidad de Protección Familiar (UPF) de la Policía Local de Palma analizaron pormenorizadamente su caso de malos tratos y advirtieron la peligrosidad que representaba esta situación.

Vigilancia las 24 horas

De hecho, los agentes lo catalogaron de riesgo extremo, a tenor de la declaración tanto de la víctima como de sus dos hijos. Esta valoración acarrea vigilancia a la mujer durante 24 horas.

Con todos estos datos, los agentes de la Policía Local de Palma acudieron al domicilio en la calle Can Coll, en es Secar de la Real. Una vez allí detuvieron a Gabriel J.M., de 49 años y natural de Lloret de Vistalegre, por un presunto delito de malos tratos continuados en el ámbito familiar. Al ser puesto a disposición judicial, el juez ordenó su ingreso en prisión incondicional.