El cadáver de Diana Quer fue trasladado en la madrugada de ayer del Imelga de Santiago, donde se le realizó la autopsia preliminar, al Hospital de Verín, donde se encuentra uno de los más destacados antropólogos forenses de Galicia, Fernando Serrulla. El cuerpo localizado en el interior del pozo se encontraba en proceso de saponificación cadavérica, que permite una buena conservación.

A través de una técnica que los forenses denominan esqueletización cadavérica, se espera profundizar en las causas de la muerte de Diana Quer, y de ello se encargará el mayor especialista de Galicia.

El Imelga decidió trasladar los restos de Diana Quer al Centro de Antropología Forense de Verín. El cuerpo se encuentra en estado de saponificación, es decir, cuando la grasa corporal se convierte, por hidrólisis, en un compuesto céreo similar al jabón. Un estado de conservación propio de cadáveres sumergidos en agua.

Será el experto forense Fernando Serrulla quien se haga cargo de la autopsia de la joven de 18 años que desapareció en agosto de 2016. Unos 500 días han transcurrido desde entonces. El cuerpo fue hallado en un poco de una vieja nave de Rianxo.

En el pozo solo se localizó un cadáver que todo apunta a que es el de la joven madrileña, aunque la familia de otra mujer del vecino Concello de Boiro, Manuela Lorenzo, aguardaba encontrar respuestas en la antigua fábrica de gaseosas a su desaparición, sin dejar rastro, en el año 2015.

El informe preliminar de la autopsia indica que se trata de una mujer probablemente de entre 18 y 20 años, de cabello largo y oscuro. La causa de la muerte se encuentra "a estudio" y no se han hallado signos de violencia pero sí indicios claros de criminalidad, según indica el TSXG.

Una de las claves del caso, después de la detención de José Enrique Abuín que confesó ante los agentes el crimen, es conocer los detalles del suceso. Entre otras cuestiones, se busca saber si hubo o no violación.