“La queríamos mucho, pero ha terminado con todas nuestras fuerzas”. Con estas palabras, los padres de la mujer que la tarde del martes apuñaló a su hermana en Palma cuando esta salía del garaje de su domicilio instaban ayer cariacontecidos a las autoridades judiciales a que ordenaran su internamiento en un psiquiátrico.

"No está bien y suelta no puede estar", coincidían ayer los padres en señalar mientras esperaban sin éxito en la puerta a que su hija herida regresara a su domicilio tras ser dada de alta en Son Espases. Según los progenitores, su primogénita está aquejada de esquizofrenia. "La ha heredado, porque hay cuatro miembros de la familia que también la padecen", apuntó la madre.

Los progenitores de víctima y atacante se mostraban ayer esperanzados de este violento episodio ocurrido el martes pusiera fin a su calvario. "Ha tenido una crisis. Esperamos que le pongan remedio antes de que un día ocurra algo más grave", señalaron.

Sobre las ocho de la tarde, una mujer de 46 años se acercó al domicilio donde reside su hermana pequeña de 44 en la calle George Orwell de Palma, en el barrio palmesano de Plaza de Toros. Pese a que tenía una orden de alejamiento en vigor que le impedía aproximarse a la víctima, la quebrantó con el pretexto de felicitarle la Navidad.

Sus intenciones eran bien distintas. La agresora abordó a su hermana por la espalda y, antes de que la víctima pudiera reaccionar y de manera sorpresiva, le asestó varias puñaladas con un cuchillo chuletero. Por fortuna, ninguna de las heridas de arma blanca fueron profundas. El grueso abrigo que portaba la menor amortiguó las cuchilladas.

Además, un transeúnte acertó a pasar por la calle George Orwell de Palma en el preciso instante en el que se estaba produciendo el ataque con arma blanca. El peatón leyó de inmediato el peligroso alcance de la situación con la que se había topado y reaccionó con celeridad: desarmó a la atacante y la retuvo hasta la llegada de la Policía.

Agentes de la Policía Local de Palma se personaron en el lugar instantes después y se hicieron cargo de la agresora hasta la llegada de los efectivos de la Policía Nacional. Estos últimos detuvieron a la atacante como presunta autora de un delito de homicidio en grado de tentativa y quebrantamiento de mandamiento judicial, al vulnerar la orden de alejamiento.

Por su parte, las asistencias sanitarias del Ib-salut acudieron a la calle George Orwell a bordo de una UVI móvil para atender a la víctima de las heridas de arma blanca que presentaba. La más preocupante era la que le había alcanzado un costado por si un riñón pudiera haber resultado afectado. Tras ser trasladada la paciente a las Urgencias de Son Espases, los facultativos comprobaron que ninguna de las lesiones que presentaba era de gravedad. Buena prueba de ello es que ayer ya fue dada de alta.

La animadversión de la hermana mayor hacia la pequeña venía de tiempo atrás. Al parecer, la primogénita no admitía que la menor no le dedicara a ella todo el tiempo que reclamaba. "La pequeña está separada, trabaja y tiene dos niños pequeños. Lógicamente no puede estar con la mayor", precisaron los padres.

Una depresión muy grande

El pasado mes de noviembre se produjo un episodio violento de la mayor hacia la pequeña. "Fue por la espalda y le dio un susto", apuntaron los padres. En cambio, ese "susto" para otros testigos fue un intento de arrojarla por las escaleras. En vista de que los ataques de la primogénita a la menor eran cada vez más violentos, los progenitores denunciaron lo ocurrido y lograron que un juez dictara una orden de alejamiento, que el martes incumplió.

"Es muy buena chica. Tiene muchos amigos. Se tomaba la medicación y estaba controlada. Últimamente, había caído en una depresión muy grande. A la vista está que no se había recuperado", recalcaron consternados los progenitores.

La detenida por el apuñalamiento de su hermana en plena calle está prevista que sea puesta hoy a disposición judicial. Los padres confían en que el juez ordene su internamiento en un psiquiátrico para ser tratada.