Un hombre de 47 años, Lluís Jaume Estelrich, falleció ayer por causas que se desconocen mientras practicaba windsurf en la zona de Es Barcarès, en Alcúdia. El 112 de les Illes Balears confirmó su muerte a mediodía, después de que se encontrara su cuerpo flotando en el mar y su presencia llamara la atención de dos ciudadanos que paseaban por la zona, que en un primer momento llevaron el cuerpo hasta la orilla.

El funeral se celebrará mañana en la iglesia parroquial de Sant Jaume de Palma a las 20.00 horas, han confirmado esta tarde fuentes del templo.

Lluís Jaume nació en 1970 en Palma. Era aparejador y tenía una empresa de reformas y servicios con sede en Ciutat. Antiguo alumno de Montesión, estudió Arquitectura Técnica en Barcelona y hasta el inicio de crisis trabajó en una empresa constructura radicada en Inca, ciudad donde era una persona muy conocida, al igual que en Palma y en Pollença, donde también tenía casa. Los pésames y muestras de cariño a la familia se suceden en las redes sociales desde que se conoció el trágico suceso.

Tras el parón de la construcción, decidió establecerse por su cuenta y empezar a trabajar con su propia empresa, comentaron a este diario amigos del fallecido, consternados por la trágica noticia. Estaba casado y tenía tres hijos, al mayor de los cuales había empezado precisamente este año a enseñarle los secretos del windsurf, el deporte que él tanto amaba.

Porque esa era la otra gran pasión de Lluís Jaume Estelrich: la navegación a vela en tabla en cualquier época del año. Sus amigos destacan que era un aficionado con un alto nivel de preparación, siempre atento a las condiciones del tiempo, pendiente de los chats de aficionados que esperan que el viento supere los treinta nudos para concentrarse en Es Barcarés, como ayer, o en Can Pastilla, y disfrutar de una buena jornada de navegación en condiciones extremas.

Tanta era su preparación que incluso se había diseñado y construido alguna de sus tablas. Pero ayer miércoles, quienes conocen bien la zona, señalaron que la máxima dificultad no eran tanto las extremas condiciones como la gran diferencia de velocidad entre las rachas de viento, lo que en el mar se convierte en enormes latigazos difíciles de gobernar sin previo aviso. "Imposible navegar hoy (por ayer) en kitesurf con un viento tan racheado" comentaron en conversación telefónica desde Pura Vida, la escuela de vela que abre sus puertas en sa Marina y reúne a gran parte de los aficionados que navegan a vela normalmente en la zona.

Lluís Jaume Estelrich fue rescatado del mar en parada cardiorrespiratoria. Acto seguido, tanto los testigos como policías locales de Alcúdia que se personaron en el lugar empezaron a realizarle maniobras de reanimación cardiopulmonar. Poco después, se sumó el personal sanitario del 061 y el médico de la zona, que trataron de remontar sus constantes vitales. Pese a los esfuerzos por reanimarle, no fue posible recuperarle y finalmente se confirmó su fallecimiento. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada para salvar su vida tras intentar la reanimación.

Según informaron fuentes de los distintos organismos de emergencia, el incidente ocurrió sobre las once y media de la mañana en la playa de Barcarés, a la altura de la calle Almadraves, en Alcúdia. Dos personas que se encontraban en la playa se percataron de que había una persona inmóvil en el mar, junto a una tabla de windsurf.

Estos testigos se lanzaron en su ayuda y consiguieron rescatarle. El hombre estaba inconsciente y no tenía pulso, por lo que los mismos testigos y agentes de la Policía Local de Alcúdia iniciaron las tareas de reanimación. Poco después llegó al lugar una ambulancia del 061 y el médico que estaba de guardia en el centro de salud, que prosiguieron los intentos de reanimación. Pero todos los esfuerzos fueron vanos y el médico certificó la defunción.

Es Barcarès es un punto habitual para la prática del windsurf y el kitesurfes un punto habitual para la prática del windsurfkitesurf, por los bajos fondos, la amplitud de la bahía y su exposición a los vientos de Norte. También se trata de una playa con muy pocos bañistas. Junto a Can Pastilla, es la playa que más aficionados al windsurf reúne.

Las condiciones para navegar en windsurf ayer en la bahía de Pollença eran realmente difíciles, incluso para un experto muy bien equipado. Entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde las rachas de viento oscilaron entre los 41 y los 63 kilómetros por hora y las olas olas alcanzaron el metro y medio. En el momento del accidente el viento soplaba con fuerza del Noroeste, el cielo estaba nublado y las temperaturas se movían entre los 13 y los 14 grados.