Alarma por un incendio de grandes dimensiones en el Coll de Síller, en el municipio de Pollença, que se declaró a última hora de ayer, un poco antes de las 21.00 horas y ya obligó a desalojar 60 viviendas, situadas la mayoría de ellas en el camí de Cala Bóquer.

El alcalde del municipio, Miquel Àngel March, confirmó que los desalojos se llevaron a cabo por precaución, no porque se hubieran producido daños materiales en las viviendas. Y que una de las familias desalojadas era una pareja de ancianos. March estuvo siguiendo a pie de calle las evoluciones del incendio forestal, acompañado por el director general de Emergencias, Pere Perelló.

Según los servicios de emergencias, las llamas avanzazon en dos vectores: uno más lento, contra el viento. Y otro mucho más rápido, a favor del viento. Los vecinos desalojados declararon haber sentido miedo en muchos momentos, mientras los bomberos lucharon para impedir que el fuego alcanzara unos depósitos de gas cercanos a la zona afectada, que cada vez iba creciendo.

La situación del fuego se agravó por los grandes vientos que está dejando el temporal "Bruno" en las islas y por su cercanía a casas de la zona. Las fuerzas de seguridad cerraron las carretera a Formentor desde la ronda del puerto, la vía de acceso a las urbanizaciones y la carretera general que une Pollença con el Port.

Las primeras hipótesis señalan que el fuego se hubiera podido causar por un cortocircuito en un transformador de Gesa. Pero aún se trata de conjetura temprana y sin confirmación.

El Coll de Síller se encuentra entre Pollença y el Port de Pollença. Está sembrado por más carrizo que arbolado, el principal pasto de las llamas, pero a la vez se encuentra muy próximo a viviendas de la zona, levantadas entre los núcleos de población de Pollença y el Port. La noche y el fuerte viento racheado fueron las principales dificultades con las que trabajaron los equipos de emergencia desplazados a la zona y volcados con el incendio, cuyas llaman se dejaronn ver desde la lejanía.

Sin medios aéreos hasta primera hora del jueves, los servicios de emergencias se desplazaron inmediatamente a la zona y trabajaron con todas sus fuerzas y medios: allí estuvieron destacado 40 efectivos del Ibanat con dos autobombas y un capataz. Y todas las fuerzas disponibles de los Bomberos de Mallorca.

Además, el gerente del Ibanat, Joan Ramon Villalonga, se desplazó al lugar. Se sumaron también a los trabajos la Policía Local, la Guardia Civil, SEIB061, voluntarios de Protección Civil y técnicos de Endesa, según el 112.

La presidenta del Govern, Francina Armengol, mostró también en Twitter su preocupación por este suceso, que declaró estar siguiendo, y recordó los medios que están trabajando para sofocar el incendio. "Máxima preocupación y mucha fuerza y sentido común a los profesionales que trabajan para extinguir el incendio", indicó.

Cabe recordar que la zona norte de Mallorca se encuentra desde el miércoles y hasta hoy jueves en riesgo importante por viento fuerte y fenómenos costeros. Solo durante la mañana del miércoles el 112 gestionó 30 incidentes provocados por la borrasca Brunoborrasca Bruno, si bien se espera que la borrasca vaya remitiendo este jueves.

Fuego en Alaró

Sin embargo el del Port de Pollença no fue el único fuego de la noche. En Alaró, un incendio mal apagado también desató la alarma. Según efectivos de Protección Civil los fuertes vientos avivaron las llamas, que ocasionaron tres focos y afectaron a tres olivos. No obstante, anoche las llamas estaban a punto de ser extinguidas. En las labores de extinción participaron tres autobombas de Protección Civil.