Elegían a ancianos como sus víctimas y les robaban con el método del ´abrazo amoroso´. La Guardia Civil ha desarticulado en la isla un activo grupo criminal que se dedicaba a perpetrar robos a personas mayores a quienes abrazaban, besaban y distraían con carantoñas y comentarios amables para sustraerles sus joyas y relojes. Los agentes arrestaron a seis personas que pertenecen al clan de ´Los Maldonado´ acusadas de cometer más de 50 robos en localidades de la Part Forana. Actuaban en plena calle, donde despistaban a los perjudicados y les desvalijaban.

El valor de los objetos sustraídos por la banda, la mayoría alhajas, asciende a más de 60.000 euros. Buena parte del botín que obtuvo el grupo fue vendido en tiendas de compraventa de oro. Así pues, casi todas las joyas acabaron fundidas. La Guardia Civil solo pudo recuperar una parte de las piezas robadas.

Los investigadores lograron desmantelar el clan de ´Los Maldonado´ gracias a la detención de seis de sus miembros en el marco de la ´Operación Aferrada´. Además de atribuirles más de medio centenar de delitos de robo, se les imputa también un delito de pertenencia a grupo criminal.

La Guardia Civil de la localidad de Inca empezó a investigar a la banda tras las primeras denuncias de los afectados. Los sospechosos se dedicaban a recorrer distintos municipios de la Part Forana con la intención de localizar a personas mayores para sustraerles objetos de valor.

Normalmente, actuaban por las mañanas cuando estudiaban los itinerarios a seguir, así como las posibles víctimas, vías de escape y la posible presencia policial para asegurar sus golpes. Si durante estos reconocimientos se les presentaba la ocasión, no dudaban en abordar a los ancianos y robarles.

Los hechos tenían lugar en calles poco transitadas donde sorprendían a las personas mayores y se ganaban su confianza dándoles abrazos, besos, colocándoles la ropa o conversando con ellas para entretenerlas.

Una vez despistaban a sus víctimas, aprovechaban para sustraerles las joyas que llevaban en el cuello o en sus muñecas, casi siempre, relojes, cadenas, pulseras y colgantes de oro.

Con este ´modus operandi´ cometieron 51 robos y consiguieron joyas por valor de más de 60.000 euros. Luego, las alhajas eran vendidas en establecimientos de compra de oro.

Dentro de la misma investigación llevada a cabo por la Guardia Civil del puesto de Inca, los agentes también consiguieron detener a un receptador de la banda que presuntamente vendió alguna de las joyas sustraídas.