Dos jóvenes aceptaron ayer en la Audiencia de Palma sendas penas de un año de prisión por un delito contra la salud pública por traficar con pastillas de éxtasis en un domicilio de la ciudad en septiembre de 2014. A uno de ellos se le suspende la condena, mientras que al otro se le sustituye por una multa.

Una tercera sospechosa, la madre de uno de los acusados, también se conformó con seis meses de cárcel que se le sustituyen por una multa por otro delito contra la salud pública después de que se le intervinieran tres barritas de resina de cannabis al registrar una vivienda situada en la calle Capità Vila, en Palma. En el portal de ese piso, uno de los jóvenes vendió al otro once pastillas de éxtasis el pasado 30 de septiembre de 2014.