La Paca pronto volverá a sentarse en el banquillo de los acusados una vez más. La conocida matriarca de Son Banya será juzgada próximamente en Palma acusada de un delito de obstrucción a la justicia. La fiscalía pide para ella una pena de dos años de prisión por presuntamente amenazar a un interno en la prisión de Palma para que no incriminara a su hija, La Guapi, y a su yerno en un asunto de narcotráfico.

El ministerio público también reclama a Francisca Cortés Picazo que pague una multa de doce meses a razón de 300 euros mensuales por estos hechos. La mujer lleva presa más de nueve años, si bien desde el verano de 2016 disfruta cada vez más de permisos penitenciarios. De hecho, el día que ha sido citada para comparecer en el edificio de Vía Alemania para la celebración del juicio estará libre, por lo que se personará por sus propios medios en la sede judicial. Mientras, su hija, La Guapi, por la que supuestamente salió en su defensa para que no la incriminaran, en la actualidad está en prisión provisional acusada de tráfico de drogas prisión provisional acusada de tráfico de drogasen otro caso.

Según la fiscalía, los hechos se remontan al mes de mayo de 2016 cuando La Paca coincidió con un recluso en la enfermería del centro penitenciario de Palma. La matriarca cumple condena allí, mientras que el interno se encontraba privado de libertad por una causa de narcotráfico que se estaba instruyendo en la ciudad.

La mujer presuntamente conminó de forma reiterada al preso para que no declarara en contra de su hija, La Guapi, y de su yerno en el procedimiento por tráfico de drogas que en esas fechas se investigaba en el juzgado de instrucción número 11 de Palma.

A cambio, la matriarca se comprometió a ayudar al interno en la prisión, según la acusación pública. Pero el recluso se negó a las exigencias de La Paca, por lo que esta le respondió diciéndole que contrataría a unos sicarios para que acabaran con su vida, según la tesis del ministerio fiscal.

Sicarios

Además de amenazarle con unos sicarios, la famosa matriarca de Son Banya supuestamente le indicó que le dijera a otro compañero, también preso por el mismo procedimiento de narcotráfico, que no declarara en contra de su hija y de su yerno, ya que, de lo contrario, que se atuviera a las consecuencias.

En esos momentos, La Guapi estaba libre y no estaba encausada en ese asunto de drogas. No fue hasta muchos meses después, en septiembre de este año, cuando la hija de La Paca fue detenida en las inmediaciones de Son Banya con su presunta colaboradora y amiga, La Bizca,con más de tres kilos de cocaína y 100.000 euros en el marco de otra investigación policial llevada a cabo por la UDYCO de la Policía Nacional. Por este motivo, ingresó en prisión provisional.

Ahora, la fiscalía considera a la matriarca autora responsable de un delito de obstrucción a la justicia por presionar al recluso. Por ello, reclama una condena de dos años de cárcel y una multa.

La Paca fue excarcelada en enero por este caso y declaró en calidad de investigada. La mujer negó de forma rotunda los cargos y recalcó que ni siquiera conocía al denunciante ni había hablado con él en la enfermería de la prisión. Según su versión, ella era una interna de apoyo, una presa de confianza, que solo coincide con los reclusos hombres en la enfermería o en el comedor y, en esos casos, siempre hay un funcionario delante. La Paca fue condenada por el caso Son Banya y también por la operación Kabul.