A sus 72 años y con alguna copa de más, un conductor estuvo a punto de causar un accidente en la Vía de Cintura, huyó tras chocar contra un coche aparcado en la plaza de España y acabó colisionando contra un vehículo de la Policía Local de Palma que lo perseguía. Dio positivo en la prueba de alcoholemia, pero no fue detenido.

La intervención de una testigo fue fundamental para evitar males mayores. La mujer circulaba anteayer hacia las cinco de la tarde por la Vía de Cintura cuando reparó en un coche gris. Zigzagueaba, iba a una velocidad muy reducida -unos 40 kilómetros por hora- y otros tres automóviles tuvieron que apartarse para no colisionar contra él. El vehículo sospechoso entró en la ciudad por la calle Aragó y continuó, de la misma manera, por Marqués de la Fontsanta.

Allí, a la altura del número 24, chocó contra un turismo estacionado. Pese a los daños que provocó, el conductor siguió su marcha sin detenerse. La testigo decidió entonces alertar a la Policía Local de Palma.

Desde la central del 092 movilizaron de inmediato a varias unidades. La testigo fue narrando a los agentes la ubicación del turismo, mientras los policías trataban de interceptarlo.

El sospechoso enfiló las Avenidas y llegó hasta la calle Comte de Barcelona. Allí fue localizado por los agentes, que lograron darle alcance. El vehículo policial se situó en paralelo a él con las señales acústicas y luminosas encendidas para ordenarle que se detuviera.

La persecución acabó de forma accidentada. El conductor hizo una brusca maniobra y terminó colisionando contra el coche de la Policía Local y finalmente piso el freno.

Los agentes lo sometieron a una prueba de alcoholemia. Dio una tasa ligeramente superior al máximo permitido: 0,36 miligramos por litro de aire espirado. El septuagenario fue identificado y denunciado, pero no acabó detenido. Los agentes pidieron una grúa para retirar su coche, con algunos daños en la parte delantera, y el hombre tuvo que apañárselas para volver a casa.