Un hombre de mediana edad aceptó una pena de un año y medio de prisión por pegar un botellazo en la frente a un hombre, que cayó al suelo y perdió el conocimiento, en un bar de Palma en octubre de 2016. El agresor, además, tendrá que pagar una multa de un mes con una cuota diaria de tres euros por causar lesiones a una mujer a la que hizo caer al suelo y golpearse la cabeza ese mismo día, pero en otro establecimiento, esta vez en una pizzería de la ciudad.

El sospechoso, de 52 años, se declaró ayer autor de un delito menos grave de lesiones y otro delito leve de lesiones en un juzgado de Palma. El magistrado, tras el reconocimiento de los hechos, dictó sentencia 'in voce' contra él. En concepto de responsabilidad civil, el juez le impuso dos indemnizaciones que suman 3.800 euros para los dos perjudicados por las heridas sufridas.

El juez le suspendió la condena por un periodo de dos años, con la condición de que no delinca y de que pague la compensación económica en un plazo de ocho meses.

Los hechos ocurrieron el pasado 15 de octubre de 2016, sobre las cinco y cuarto de la tarde, cuando el encausado agredió a un hombre estampándole una botella de cristal en la zona frontal de la cabeza en un bar de Palma. Como consecuencia del golpe, la víctima cayó al suelo y perdió momentáneamente el conocimiento.

El afectado, de 40 años en aquellas fechas, sufrió una herida incisocontusa en la región frontal con contusión craneoencefálica y policontusiones. Precisó puntos de sutura y tratamiento médico. Le ha quedado como secuela una cicatriz en la zona frontal derecha, que constituye un perjuicio estético ligero.

Dos horas después, pasadas las siete y media de la tarde de ese mismo día 15 de octubre de 2016, el acusado se vio implicado en otro altercado en una pizzería de la ciudad. Por motivos que no constan, según el fiscal, el hombre cayó al suelo. Acto seguido, atacó a una mujer sin que esta lo hubiera agredido previamente. Así, el encausado agarró a la víctima del pie desde el suelo y tiró con fuerza de su pierna, lo que hizo que esta cayera al suelo de forma violenta y se golpeara la cabeza.

La perjudicada, de 57 años, padeció un traumatismo craneoencefálico y una fisura costal. Arrastra como secuelas unas algias postraumáticas.

El agresor inicialmente se enfrentaba a una petición de condena de tres años de prisión, además de una multa.